¿Todavía piensas que el crowdfunding es pedir favores a tus amigos? ¡Pues te hace falta darle una vuelta! Hoy vemos 6 motivos por los que el crowdfunding no debería basarse nunca en pedir favores.
Como sabéis llevo desde el 2011 asesorando y formando en materia de crowdfunding. Y sé de primera mano que es especialmente importante que la gente entienda que esto va de colaborar, no de pedir. Y hoy veremos 6 razones para ello. ¡Empezamos!
Febrero viene fino, ¡estoy hasta arriba!… ¡vídeo resumen!
¡Ya será menos, pero bueno, allá va! Como siempre aquí os presento el vídeo resumen, fresco y recién sacado de mi vlog. ¡Vamos a verlo!
Motivo 1: No es un favor, es una transacción
El primer motivo es claro, en crowdfunding hay transacciones económicas. En cada campaña. Por lo tanto hablar de crowdfunding como si hablásemos de pedir favores es ya empezar dejando de lado una realidad. Normalmente cuando la gente contribuye económicamente espera recibir algo a cambio. A no ser que tu campaña sea solidaria y aporte una gran satisfacción emocional al contribuyente, no te engañes, no estás pidiendo favores.
Como ejemplo podríamos poner cientos. Los cientos de campaña que se estrenan cada día en plataformas como Kickstarter, Verkami o Indiegogo (por nombrar 3 de ellas). Estas plataformas son de campañas de recompensa, en las que se ofrecen productos o servicios. Pero si hablamos de campañas de inversión estamos en las mismas, la gente espera un retorno.
Incluso, como os decía, hay campañas solidarias que no piden favores y sí ofrecen retornos. Como, por ejemplo, la de Nobody Sleeping on the Streets en la que se ofrecían retornos de productos creados por personas sin hogar. Así que el primer motivo para no pedir favores es que hay siempre una transacción que, de producirse, será porque el retorno compense a quien contribuye.
Motivo 2: Nadie obliga a nadie a aportar
Eo, para, para, para un momento. ¿Pedir favores? ¿Es que alguien está obligando a la gente a contribuir a sus campañas? No, ¿verdad? Pues eso. Pensemos en términos de mercado fuera del crowdfunding. ¿Es que acaso Apple nos obliga a comprar sus productos? ¿Entonces, por qué pensamos que una campaña de crowdfunding “pide” que la gente contribuya? No tiene sentido, ¿no es cierto?
Pensemos que la gran mayoría de campañas de crowdfunding estrenadas a diario son de un producto, servicio o experiencia que se presenta. La gente contribuye si quieren la recompensa, no porque se sientan obligados. Es más, quien sienta obligación por aportar seguramente no lo haga. Ya que, seguro, no siente ningún interés por el producto, servicio o experiencia presentado.
Pongamos por caso la campaña de los Nimales, las fieras de cartón de una pieza. Son productos de diseño, a mi me encantan y tengo uno (y no sólo por ser el consultor de la campaña). Estoy encantado con mi Nijira, y el tema es ¿aporté obligado? ¡Para nada! Aporté encantado, porque me gustaba el producto.
Motivo 3: No se piden favores, se aporta valor
El valor es fundamental para entender de lo que estamos hablando. Cuando una campaña no aporta valor a su audiencia, entonces seguramente nadie querrá aportar en ella. Pero cuidado, no es porque no se hayan pedido suficientes favores. Muy probablemente esta poca motivación por aportar tendrá que ver con un mal planteamiento de producto o una mala comunicación.
En cambio las campañas que aportan valor tienen muchos contribuyentes. Pongamos por caso la ya mítica campaña de la guía del emprendedor. Esta campaña es mi récord actual en número de mecenas. ¿De verdad creéis que más de 2.000 personas aportan a una campaña para hacer un favor? Sé que no lo creéis, porque sabéis que este producto compensaba a su audiencia.
Al final cada contribuyente pone en una balanza ficticia el precio de una recompensa y el valor que ésta le aporta. Es lo mismo que hacemos cuando decidimos consumir cualquier producto en nuestro día a día. Comparamos precios, analizamos lo que nos aporta el producto o servicio, y entonces decidimos si comprar o no. Pues aplicad lo mismo a la venta anticipada y ya lo tenéis. Es lo que ocurre en el crowdfunding.
Motivo 4: Los favores no se pagan, las contribuciones sí
Queda muy feo pedir dinero prestado. Es más, no os lo recomiendo para nada. Todo queda en una zona gris donde uno no sabe si devolver el dinero con o sin intereses o directamente compensar al “prestamista” de otro modo. Por eso mismo el crowdfunding no debería nunca basarse en este tipo de favores. Si hablamos de contribuciones y no de favores, entonces estaremos trabajando bien nuestra campaña.
Además pedir favores tiene otro problema, sitúa al que los solicita en un escalón por debajo de quien los da. Es decir, sitúa al solicitante en una posición de debilidad. Por eso las campañas que basan su mensaje en pedir un favor no recaudan tanto como las que lo basan en buscar una colaboración.
Un buen ejemplo al respecto son las muletas KMINA, campaña de la que estoy muy orgulloso como consultor. Especialmente por el trabajo de los emprendedores. Plantearon una campaña de un producto para mejorar la vida de las personas pero dejando claro el mensaje de valor. No fueron a pedir favores, fueron a colaborar con su audiencia para crear un magnífico producto. Y funcionó a las mil maravillas.
Motivo 5: Aportar a una campaña sólo compensa si hay retorno de valor
Voy a poner una recompensa con precio bajo para aquellos que no quieren aportar más. Espera, espera, espera. ¿Me estás diciendo que la gente que no quiera aportar 1.350€ por su bicicleta eléctrica van a aportar 5€ por tener un agradecimiento en Facebook? Uhm… lo siento, pero no lo veo claro.
Aunque os parezca mentira este tipo de dudas asaltan a muchos creadores cuando diseñan sus campañas. Además como hay campañas ahí fuera que ponen recompensas de precio bajo con retornos desligados de un producto, la gente se lía. Pero haced una cosa, cuando veáis este tipo de campañas mirad la cantidad gente aporta el importe mínimo y laque se centra en las recompensas con mayor valor. Veréis que siempre hay más donde hay valor. No falla.
Un buen ejemplo es el de Oh!Bike (actualmente, Carmela Bikes) campaña en la que la primera recompensa tenía un precio de 1.350€. Estamos hablando de bicicletas eléctricas con un diseño innovador. Muchos habrían puesto recompensas de menor importe con camisetas, agradecimientos en Facebook y demás. No es la mejor de las ideas, al final la gente no llega a ese tipo de campañas para hacer favores. O quieren la bicicleta y contribuyen, o no la quieren y se van de la campaña.
Motivo 6: Las recompensas están ahí para algo
Y llegamos al sexto motivo centrado exclusivamente en el crowdfunding de recompensa. ¿Os habéis dado cuenta que que en el crowdfunding de recompensa hay recompensas? Pues por algo será. Y cuidado, una recompensa no es “algo muy bonito para regalar a la gente”. Pensad que cuando se plantea una recompensa automáticamente se está vendiendo anticipadamente dicho retorno.
Así que de la carambola de “estoy regalando algo para que la gente me haga el favor de darme su dinero” pasaríamos a la realidad de “estoy ofreciendo un producto, servicio o experiencia en forma de venta anticipada”. Y, por lo tanto, la gente contribuirá o no en base a lo que se ofrezca y al precio que hayamos fijado.
Lo cual nos lleva a la reflexión sobre los precios. ¿Cómo de importante son los precios en una campaña de crowdfunding? Pues son fundamentales. Para no encontrarnos como Pebble al cabo de los años, con una deuda de 40 millones de dólares tras recaudar por crowdfunding más de 40 millones. ¿Cómo fue posible? Pues simple, con un precio de salida de 99€ por un reloj inteligente. Muy posiblemente fue un precio demasiado bajo.
Conclusión:
Al final está en la decisión de cada una y cada uno decidir cómo enfocar su campaña de crowdfunding. Pero una cosa está clara, un enfoque de campaña basado en “pedir favores” va a generar, normalmente, peores resultados. A no ser que, por supuesto, estemos hablando de una campaña de donación con enfoque meramente altruista. Pero atención, si la campaña pretende generar un producto, servicio o experiencia la conclusión es clara. Mejor un enfoque en el valor que un enfoque en el favor.
Recuerda
- Las campañas de crowdfunding se basan en las transacciones económicas.
- Nadie obliga a nadie a aportar, es una decisión libre, por lo tanto no se hacen “favores”.
- Una campaña enfocada en aportar valor no suele necesitar nada más que presentar dicho valor.
- Pedir favores para que la gente contribuya económicamente a una campaña no suele funcionar.
- La principal motivación de una persona para contribuir a una campaña suele ser el retorno.
- Las recompensas son una de las claves para entender bien cómo funciona el crowdfunding.
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