IDAPT llamó mi atención por primera vez en abril del año 2014 cuando descubrí su proyecto Modulo y me di cuenta que centraban su comunicación en productos creados desde Barcelona. Por aquel entonces no eran muchas las campañas de nuestro país que podían encontrarse en Kickstarter.
Tras analizar el éxito de Modulo y usar su campaña como ejemplo de campaña con recompensas tangibles en mis ponencias hoy voy a llevar mi análisis un paso más allá.
Voy a comparar su primera campaña, que fracasó, con la segunda que tuvo éxito, es decir la de Modulo. ¿Qué se puede aprender de un fracaso para tener un éxito a continuación? Hoy lo veremos en esta tercera entrega de la serie de artículos donde comparo dos campañas de crowdfunding.
¿Vamos a ello? ¡Empezamos la comparativa!
La campaña que fracasó: S1/S2
El producto S1/S2 de IDAPT era tan creativo como útil en el momento en que fue lanzado en Kickstarter, a finales del 2012. Se trataba de unos altavoces que permitían conectar cualquier dispositivo, por aquel entonces se podía, por ejemplo, conectar tanto una BlackBerry como un iPhone para reproducir las listas de música que se tuviesen almacenadas en ellos.
A pesar de ser un buen producto la campaña de crowdfunding fracasó, recaudando sólo el 7% de su objetivo de 70.000 dólares. Repasemos 3 de las principales claves para explicar este fracaso.
Primera clave: Un vídeo de campaña deficiente
El vídeo de campaña en el caso de S1/S2 es demasiado simple y explica el producto de forma confusa. A modo de resumen podríamos destacar los siguientes aspectos que explicarían dicha deficiencia.
- No hay un narrador que explique el producto sino simplemente subtítulos.
- Se muestran diversos usos del producto pero de forma inconexa a nivel narrativo.
- No sale el creador de la campaña o el equipo que la ha creado.
- No hay llamada a la acción que explique por qué los mecenas deben participar.
- No se explican las diferencias entre los modelos S1 y S2 de la campaña.
- No se detallan algunas de las recompensas.
Todas estas deficiencias las podremos ver comparadas con las virtudes del vídeo de la segunda campaña de IDAPT, la del producto Modulo.
Segunda clave: Un objetivo demasiado elevado
Una segunda clave del fracaso de la campaña de S1/S2 es un objetivo de recaudación demasiado elevado para la capacidad de comunicación de los creadores. Es evidente, a juzgar por los resultados, que alcanzar los 70.000 dólares era muy difícil para los creadores de la campaña. Apenas se consiguieron poco menos de 5.000 dólares, un 7% de estos 70.000 dólares.
La campaña consiguió el apoyo de 62 mecenas, por lo tanto tuvo una aportación promedio de 80,5 dólares. Siguiendo la regla 1-3, que nos dice que normalmente entre el 1% y el 3% de las visitas de una campaña se convierten en mecenas, podemos suponer que la campaña tuvo unas 3.100 visitas.
Pero ¿cuántas visitas hubiesen sido necesarias para llegar al 100%? Siguiendo la misma regla y con la aportación promedio calculada el resultado es de 43.478 visitas si se convirtieron el 2% de las visitas a mecenas. La diferencia entre las 3.100 visitas conseguidas y las 43.478 estimadas como necesarias hacen muy evidente que el objetivo de la campaña fue demasiado elevado.
Tercera clave: El no cumplimiento de la regla 30-90-100
La campaña recaudó poco más del 3,6% en los primeros 7 días, algo que dista bastante del 30% mínimo que recomienda la regla 30-90-100 para asegurar al máximo la regla de una campaña de crowdfunding. Tal y como podemos ver en el gráfico de Kicktraq para la campaña la evolución de la recaudación se resintió mucho debido al incumplimiento de esta regla.
Las consecuencias de no cumplir la regla 30-90-100 son un estancamiento de la recaudación producido por la desconfianza que genera la campaña en los mecenas potenciales. Como se puede ver en el gráfico anterior la recaudación de las segunda, tercera y cuarta semanas de campaña fueron cada vez menores y con incluso anulaciones de aportaciones de mecenas.
La campaña que tuvo éxito: Modulo
El producto de Modulo era igualmente creativo y útil para sus mecenas potenciales, se trata de una batería portátil que puede recargar fácilmente cualquier dispositivo móvil como un smartphone o una tablet. Además diversos dispositivos Modulo pueden acomplarse unos con otros y conseguir formar una estación de carga de mayor potencia.
La campaña recaudó un 552% de su objetivo llegando a un total de más de 165.700 dólares. Pero ¿por qué esta campaña funcionó tan notablemente mejor que la primera de IDAPT? Analicemos las claves.
Primera clave: Un vídeo de campaña excelente
A diferencia de la campaña de S1/S2 en el caso de Modulo podemos disfrutar de un vídeo excelente, prácticamente perfecto, reuniendo las siguientes características principales.
- Hay un narrador que explica el producto.
- Se muestran diversos usos del producto siguiendo la historia explicada en el vídeo.
- Sale el creador de la campaña explicando la historia del proyecto.
- Hay llamada a la acción que explica por qué los mecenas deben participar.
- Se destacan premios obtenidos por el Modulo como producto tecnológico.
- Se detallan las recompensas.
- Se detallan los objetivos ampliados con recompensas para todos los mecenas.
Como vemos comparativamente con el vídeo de S1/S2 el vídeo Modulo consigue compensar todas las deficiencias del vídeo de la primera campaña de IDAPT, convirtiéndose en un vídeo casi perfecto.
Segunda clave: Un objetivo perfectamente bien fijado
El objetivo de la campaña de Modulo fue un 57% menor que el de la campaña de S1/S2, es decir de 30.000 dólares en lugar de 70.000 dólares. Además Modulo fue un producto con muchísima mayor repercusión mediática antes de que se lanzase su campaña de crowdfunding con lo que la capacidad de comunicación de la campaña era mucho mayor de inicio.
Uniendo la mayor capacidad de comunicación con un objetivo de entrada mucho más asequible es como podemos concluir que parte del éxito de Modulo se basa precisamente en haber fijado un objetivo menor. Lógicamente esto sólo puede realizarse si los costes de producir las recompensas y de la campaña de crowdfunding se pueden asumir con el objetivo fijado.
Tercera clave: Un efecto BIG-BANG en las primeras 48 horas
El efecto BIG-BANG se consigue cuando el 100% de la recaudación de la campaña se alcanza muy rápidamente, solapándose los efectos beneficiosos para la campaña de las reglas 30-90-100 y del poder del 100. Como vemos en el gráfico de Kicktraq para la campaña, en el caso de Modulo se obtuvo un efecto BIG-BANG en menos de 48 horas.
Los efectos positivos de un BIG-BANG son una credibilidad inmediata para la campaña que motiva a los mecenas que de entrada no son del círculo de contactos más cercano al proyecto y también una notoriedad muy alta de la campaña en medios.
Normalmente las notas de prensa sobre el proyecto empiezan a publicarse de forma masiva entre la segunda y tercera semana de campaña, por el hecho de que la campaña se percibe como exitosa. En el caso de Modulo podemos comprobarlo en el gráfico de Kicktraq con esa punta de más de 14.000 dólares de recaudación en el día 13 de la campaña.
Conclusiones, comparando las claves
Comparando las tres claves para el fracaso de la primera campaña y las 3 para el éxito de la segunda podemos concluir los siguientes tres puntos para explicar las diferencias en sus resultados.
- Un vídeo de campaña deficiente para S1/S2 y excelente para Modulo.
- Un objetivo excesivo para S1/S2 y bien fijado para Modulo.
- No cumplimiento de la 30-90-100 en S1/S2 y un efecto BIG-BANG en Modulo.
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