¿Todavía no sabes qué tiene que ver Grecia con el crowdfunding? Pues desde hace dos días mucho ya que el mínimo de 1.600 millones que debe pagar el país heleno para satisfacer a sus acreedores es ahora el objetivo de una conocida campaña de crowdfunding.
Tan conocida que desde hace unas horas a puesto en jaque a los servidores de Indiegogo provocando problemas por el gran tráfico generado. Pero el tráfico no es una condición suficiente para el éxito en crowdfunding.
¿Qué tal se ha planteado esta campaña?
El jaque a los servidores: aluvión de visitas
En el momento de escribir este artículo si uno quería acceder a la campaña se encontraba con esta pantalla.
Pero es que antes ya había habido avisos de fallos en la campaña e incluso Indiegogo al completo se ha llegado a caer, y para que eso ocurra deben haber llegado muchas visitas a la página. Con tantas visitas uno imagina que el desarrollo de la campaña debería estar siendo un éxito absoluto, pero la realidad es que no es así.
¿Qué está ocurriendo en la campaña?
- En tres días se han recaudado más de 660.000 euros (un 0,04% del objetivo).
- Han tenido más de 39.700 mecenas.
- Una aportación promedio de 16,6 euros.
- Y seguramente una RCVM inferior al 1% como analizaré más adelante.
¿Por qué la campaña no está funcionando como debería?
Con la aportación promedio actual la campaña necesitaría más de 96 millones de mecenas para llegar al objetivo, lo cual significan más de 4.800 millones de personas visitando a la campaña si la RCVM es del 2% (algo muy habitual en las campañas). La idea del creador de la campaña, un ciudadano inglés de 29 años llamado Thom Feeney, es que si en Europa hay 503 millones de personas y todos aportamos unos 3 euros, el rescate de Grecia sería posible. Pero aunque al aportación promedio es más de 5 veces mayor que lo previsto en el cálculo de Thom Feeney parece que la campaña no despega.
Thom Feeney ha asegurado que la campaña no es ninguna broma, que no es como la famosa ensalada de patatas de Kickstarter, y que este es un tema muy serio. Pero parece que algo falla, ¿qué puede ser? Vamos a verlo.
Primer problema: error de cálculo
Como he comentado en el punto anterior pretender que casi el 70% de la población mundial visite una campaña de crowdfunding es, como poco, bastante optimista por no decir imposible. Si además consideramos que “sólo” más de 3.150 millones de personas en el mundo están conectadas a Internet, entonces alcanzar 4.800 millones de visitas únicas es, ahora sí, algo imposible.
Segundo problema: crisis de confianza
La campaña apenas ha conseguido un 0,01% de su objetivo en las primeras 48 horas por lo que parece muy poco probable que vaya a cumplir la regla 30-90-100 y seguro que ya no va a generar un efecto BIG-BANG consiguiendo un 100% rápido. Ese es un primer punto a considerar para explicar la crisis de confianza que puede tener la campaña.
Además Thom Feeney tiene una identidad virtual desarrollada pero, por ejemplo, no ha publicado una foto de avatar en su usuario de Indiegogo.
Por suerte en su Twitter sí que da una imagen real de su persona y se comunica con sus seguidores hablando de los últimos detalles sobre la campaña. Pero ¿por qué no se ha tomado la molestia de completar su perfil en Indiegogo? Una lástima y sin duda un problema para generar credibilidad en la campaña.
Tercer problema: problemas técnicos
La mayor problemática a la que se está enfrentando la campaña ahora mismo son los problemas técnicos que empezaron sobre las 20 horas de ayer martes 30 de junio.
Por suerte este artículo del Washington Post tiene un Widget de la campaña que muestra su estado actualizado, por lo que en el momento de escribir este artículo ya se podía consultar como la campaña había sobrepasado los 400.000 dólares de recaudación.
Cuarto problema: las recompensas
En las recompensas de la campaña se ofrecen desde postales de Alex Tsipiras (actual primer ministro de Grecia) hasta una ensalada griega de feta con aceite de oliva pero… ¿de verdad van a entregarse estas recompensas? Y si es así, ¿quien va a pagar el gasto de, por ejemplo, el envío de los hasta 503 millones de postales que pueden adquirirse en la campaña?
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Conclusión: muchas visitas pero poca conversión
Mi conclusión, por el momento, es que si han habido suficientes visitas para generar problemas técnicos en Indiegogo es que la campaña tiene que estar teniendo una conversión muy baja por el momento. Esperemos que mejore aunque aún siendo así el objetivo de recaudación fijado es titánico y si la conversión no supera el 2%, es decir 2 mecenas por cada 100 visitas, es complicado que se alcance el 100% del objetivo.
Cierro este artículo deseándole al creador (y al crowdfunding) la mejor de las fortunas. Una vez dije que en el crowdfunding no existía la magia y algún oyente se me puso de morros (en tono de broma). Hoy me corrijo a mí mismo, en el crowdfunding existe la magia, pero hay que saber cómo hacer cada conjuro.
Imagen de portada Paul Papadimitriou
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