
¿Estás ante early access o crowdfunding? Vamos a ver las claves de esos dos populares sistemas para lanzar proyectos de videojuegos y sus claves para aplicarlos a cualquier proyecto. ¿Os parece bien? ¡Pues allá vamos!
Como siempre, os guiaré por diversos bloques, destacando las claves para conocer y aplicar las buenas prácticas de empresarios exitosos al lanzamiento de vuestros proyectos.
Índice
Introducción: ¿Qué es early access y qué es crowdfunding?
En el mundo del videojuego moderno existe un eje fundamental de financiación y validación temprana del que se habla cada vez más: Early access o crowdfunding. Aunque ambos conceptos parecen similares para ciertos usuarios, lo cierto es que representan dos metodologías distintas para lanzar proyectos creativos y financiar el desarrollo de títulos antes de que estos lleguen a su versión definitiva.
Entender las diferencias, ventajas y riesgos de cada modelo se ha vuelto imprescindible tanto para desarrolladores como para jugadores que desean apoyar experiencias innovadoras sin perder seguridad en sus compras anticipadas.
El early access consiste en ofrecer acceso anticipado y de pago a una versión incompleta del videojuego. Los usuarios juegan mientras el título está aún en desarrollo, reportan errores y contribuyen con feedback para su mejora. Por su parte, el crowdfunding permite validar y financiar un proyecto antes de que exista un producto jugable comercializable. Los jugadores aportan dinero durante la fase de propuesta, con recompensas que pueden ir desde copias anticipadas del juego hasta merchandising o acceso exclusivo a contenido.
Aunque en esencia ambos sistemas comparten la filosofía de involucrar a la comunidad, las expectativas que generan son muy diferentes. En el caso del early access, el jugador accede a un producto tangible, aunque imperfecto; en el caso del crowdfunding, compra anticipadamente un producto que se va a desarrollar o finalizar tras ser validado por una comunidad. Precisamente por ello surgen confusiones, críticas y debates encendidos sobre qué modelo es más justo, sostenible y seguro. Y ahí nace la pregunta clave: ¿early access o crowdfunding?
Clave 1: Early access bueno y early access malo
Un early access bien ejecutado puede convertirse en una herramienta espectacular para el desarrollo de un videojuego. Títulos como Hades de Supergiant Games o Baldur’s Gate 3 de Larian Studios son ejemplos indiscutibles de cómo este modelo puede generar una comunidad apasionada, fomentar el feedback de calidad y convertir un proyecto ambicioso en un producto pulido y exitoso. En estos casos, los jugadores no solo accedieron a versiones tempranas del juego, sino que tuvieron una comunicación constante con los desarrolladores, vieron mejoras continuas y sintieron que su participación importaba y tenía impacto real en la evolución del proyecto.

Sin embargo, el early access tiene una cara oscura cuando se usa de forma poco responsable. La industria ha visto ejemplos en los que se lanza un producto extremadamente verde, casi injugable, con promesas vagas y sin una hoja de ruta clara. El riesgo más temido es el del abandono del desarrollo, un escenario que deja a los jugadores con un producto incompleto mientras el proyecto desaparece en silencio. The Stomping Land es uno de los nombres que más suenan en estos debates: recaudó entusiasmo y dinero, llegó al early access y nunca llegó a completarse. Este tipo de casos no solo dañan la confianza del público, sino que empañan el concepto de early access como herramienta legítima.
Un early access responsable debe implicar actualizaciones constantes, transparencia absoluta y objetivos claros. Cuando un estudio explica por qué un sistema aún no está disponible, qué se solucionará en la siguiente versión y cuál es el calendario estimado, los jugadores perciben profesionalidad y compromiso. Por supuesto, el desarrollo de videojuegos es un terreno impredecible, pero la honestidad y la comunicación mitigan riesgos y generan confianza.
Otro elemento clave del early access bueno es la escucha activa. No basta con abrir un canal de feedback; es necesario leer, filtrar, priorizar e implementar sugerencias cuando tiene sentido. Larian Studios con Baldur’s Gate 3 es un ejemplo brillante: hubo sistemas reformulados porque la comunidad lo pidió, y el producto final fue extraordinario precisamente por esa interacción directa. En cambio, cuando los jugadores sienten que su aportación es simplemente decorativa, la percepción cambia y la herramienta pierde valor.
Conclusión
Por último, el early access positivo se convierte en una comunidad viva en torno al juego. Se generan foros, guías, fan arts y una relación emocional que va más allá de lo comercial. La experiencia ya no es solo jugar un producto incompleto, sino participar en el nacimiento de algo más grande. Esa es la esencia del early access cuando se hace bien.

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Clave 2: Crowdfunding bueno y crowdfunding malo
El crowdfunding tiene su mejor versión cuando funciona como un contrato de confianza transparente entre desarrolladores y comunidad. Campañas como Shovel Knight o Hollow Knight en Kickstarter demostraron que un proyecto puede financiarse gracias al apoyo del público, ofrecer recompensas claras, cumplir plazos razonables y mantener un diálogo constante con los mecenas. En estos casos, los creadores presentan un plan sólido, prototipos tangibles o gameplay real y objetivos honestos, demostrando que el crowdfunding no es solo pedir dinero, sino construir juntos una visión.

Pero el crowdfunding también puede fallar estrepitosamente cuando se utiliza sin responsabilidad o sin previsión. Mighty No. 9 es quizá el ejemplo más citado: Una expectativa enorme, resultados decepcionantes y una comunicación pobre que dejó un sabor amargo en miles de mecenas. Similarmente, existen campañas que desaparecen tras recaudar fondos o entregan productos muy alejados de lo prometido. En estos casos, no es la herramienta la que falla, sino la gestión, la comunicación y la planificación del equipo.
Un buen crowdfunding requiere una planificación financiera detallada, un calendario realista y una comunicación impecable. Los desarrolladores deben entender que los mecenas no están comprando un producto terminado, sino confiando en una visión. Por ello, explicar hitos, publicar avances frecuentes y ofrecer transparencia sobre los desafíos del desarrollo son pilares fundamentales. Cuando un estudio comparte incluso los obstáculos o retrasos, la comunidad lo entiende y lo apoya si percibe honestidad.
Además, un crowdfunding responsable ofrece recompensas realistas y equilibradas. No tiene sentido prometer más de lo que se puede entregar, ni generar expectativas imposibles. La clave está en ofrecer acceso interno al proceso, convertir a los mecenas en embajadores y evitar el marketing excesivo sin sustento. Las mejores campañas son aquellas en las que la comunidad siente que participa activamente en la construcción del proyecto.
Conclusión
El crowdfunding bien utilizado también puede fortalecer el vínculo emocional entre creador y jugador, creando usuarios que sienten que han apostado por algo antes de que fuera tendencia. Este efecto emocional ha sido evidente en muchos lanzamientos independientes que, gracias a la confianza de la comunidad, pudieron crecer más de lo que jamás habrían imaginado con financiación tradicional.

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Clave 3: Early access o crowdfunding, decidiendo
Llegados a este punto surge la pregunta esencial: ¿early access o crowdfunding? La respuesta depende tanto de la madurez del proyecto como de la filosofía del estudio. Si el videojuego ya presenta una base sólida y jugable, aunque incompleta, y el equipo valora recibir feedback constante para iterar sobre el producto, el early access puede ser la opción más adecuada. En cambio, si el proyecto aún se encuentra en una fase de concepto o prototipo y requiere financiación inicial para comenzar la producción, el crowdfunding resulta más apropiado.

Muchos desarrolladores optan por modelos híbridos, combinando ambas herramientas. Un ejemplo claro es Darkest Dungeon, que utilizó Kickstarter para validar la idea y recaudar fondos iniciales, y posteriormente lanzó el juego en early access para pulirlo con el feedback masivo de los jugadores. Esta estrategia puede ser extraordinariamente potente, siempre que se gestione con comunicación clara y respeto por los mecenas y compradores anticipados.
También conviene analizar las expectativas de la comunidad. En el early access, el jugador espera un mínimo nivel de calidad y jugabilidad desde el primer día. En el crowdfunding, acepta esperar más tiempo para recibir el producto, pero también exige transparencia sobre el desarrollo. Por tanto, la elección no solo depende del estado del proyecto, sino del compromiso que el estudio quiera aceptar con respecto al nivel de comunicación y velocidad de entrega.
En términos de riesgo, el early access suele ofrecer mayor seguridad para el jugador final, porque paga por algo tangible. El crowdfunding, en cambio, implica un voto de fe. Sin embargo, ambos modelos pueden fallar si se gestionan mal, y ambos pueden generar éxitos extraordinarios si se usan con profesionalidad, honestidad y disciplina. La clave está en comprender qué necesita el proyecto y qué promesa puede cumplir el equipo.
Conclusión
Por último, el debate early access o crowdfunding no debería centrarse en cuál es mejor, sino en cuál se adapta mejor a cada situación y estudio. Lo que importa no es la herramienta, sino cómo se utiliza, con qué transparencia se comunica y con qué seriedad se respetan los compromisos adquiridos.

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Conclusión: Uses lo que uses trabaja bien, siempre
El debate entre early access o crowdfunding no es una lucha para ver qué sistema es superior, sino una reflexión sobre responsabilidad, transparencia y compromiso con la comunidad. Ambos modelos han demostrado ser herramientas valiosas para la industria del videojuego, pero también tienen riesgos cuando no se gestionan con seriedad. La diferencia entre éxito y fracaso no está en la plataforma elegida, sino en la ética y profesionalidad de quienes la utilizan.
La comunidad gamer, más informada y exigente que nunca, no solo compra productos: apuesta por visiones, apoya equipos y se involucra emocionalmente en proyectos. Por eso, tanto en early access como en crowdfunding, lo fundamental es cultivar una relación basada en la honestidad y el respeto. Quien lo hace bien, crea comunidades fuertes y proyectos inolvidables; quien falla, pierde mucho más que dinero: pierde la confianza.
Recordemos
- Es importante decidir bien entre early access o crowdfunding.
- Se puede hacer cada cosa bien o mal, el problema no es el sistema.
- Hay que conocer a fondo las ventajas e inconvenientes de cada sistema.
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