¿Qué es lo peor de ser tu propio jefe? Vamos a verlo, con ejemplos de clientes, casos de estudio y mis experiencias propias. Así podréis tenerlo en cuenta al lanzar vuestros propios proyectos, ¡vamos allá!
Como siempre, analizaremos herramientas y proyectos reales. Con claves para que las podáis usar con vuestros proyectos. Que os permitirán mejorar su lanzamiento y enfocar el desarrollo de comunidades. ¡Empezamos!
Índice
¿Qué es lo peor de ser tu propio jefe?
¿Qué es lo que peor se lleva de ser tu propio jefe? ¿Es realmente una panacea como algunos declaran o es algo complicado? ¿Y de qué depende que pueda compensar o no el ser tu propio jefe? ¿Qué se debe tener en cuenta al decidir ser tu propio jefe? ¿Es posible ser tu propio jefe a tiempo parcial? Veamos las respuestas a estas preguntas y mucho más. Con ejemplos de proyectos, casos reales y según mi propia experiencia como emprendedor. ¡Empezamos!
Clave 1: La carga mental de ser tu propio jefe
Últimamente hay mucho cachondeo (por lo menos en España) con eso de ser tu propio jefe. Soy consciente, la cantidad de gente que vende la moto con que emprender es lo mejor es abrumadora. Y eso comporta que haya gente en contra de esa forma de ver el acto de emprender. ¿Y sabéis qué? Estoy de acuerdo. Emprender no es fácil, ser tu propio jefe (o jefa) no es el único camino, ni el camino “correcto”.
Dicho esto, ser tu propio jefe es una elección. Como lo es trabajar para otro. Ambas son elecciones válidas y respetables. Pero, ¿qué dificultades se encuentran al ser uno su propio jefe? La primera es la carga mental que uno tiene al saber sus ingresos van a subir y bajar como una montaña rusa. Y, aunque ya tengas empresa y te pongas un sueldo, da igual, sabes que la facturación depende en gran medida de tus acciones.
Otro factor de carga mental es el saber que no tienes red de seguridad. Es decir, hay mucha gente que emprende con sus propios recursos. Y si no funciona su proyecto se queda a merced del mercado laboral. Mercado que no siempre favorece a quien más lo necesita. Además conforme uno va avanzando en su carrera emprendedora, se va alejando del mercado laboral corporativo, aumentando el riesgo de no conseguir trabajo si el proyecto propio no funciona.
Para acabar, tenemos la carga mental de saber que un proyecto irá bien o mal en función de las elecciones tomadas por quien lo dirige. Eso es parcialmente cierto ya que existe el azar y la suerte en los negocios. Pero da igual, quien dirige un negocio tiene la carga de pensar que el éxito o fracaso del mismo recae sobre sus hombros. Y es un hecho que es difícil eliminar esta carga de la mente de alguien que emprende.
¿Por qué la carga mental puede ser insoportable?
He notado siempre la carga mental de mis propios proyectos como emprendedor, la plataforma Projeggt, los podcasts Mecenas FM o No Tenemos Jefe, los eventos CrowdDays, y muchos otros. Principalmente por estos motivos.
- Las subidas y bajadas de facturación te afectan a la estabilidad.
- Siempre hay riesgo de que tu red de seguridad no funcione.
- Uno piensa que los proyectos van bien o mal en base a sus decisiones.
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Clave 2: La presión de depender de uno mismo
El saber que si trabajas más horas eso puede repercutir en mayores ingresos es una ventaja y un inconveniente de emprender. Es una ventaja porque tu salario no depende de un ascenso decidido por terceros. Pero un inconveniente porque la presión de saber que tu salario depende directamente de tu trabajo puede convertirte en esclavo. Dedicar más horas que un reloj a trabajar nunca es bueno, aunque sea para ser tu propio jefe.
Uno de los principales factores críticos de éxito hoy en día para cualquier negocio emprendedor es la creación de contenido. La frase de que si no comunicas no existes está hoy en día más vigente que nunca. Y cuando uno emprende, por lo menos al inicio, la comunicación del proyecto suele depender directamente de quien lo dirige. La presión de saber que la gente te tiene que ver para comprarte es enorme.
Pero no por comunicar más vas a vender más. Ahí está la segunda dificultad de depender de uno mismo. Una cosa es ser notorio y otra muy distinta es lograr vender tu producto, servicio o experiencia. La frase de que los me gusta no pagan facturas también es cierta. Y cerrar ventas no es tarea fácil, por lo que esta presión de depender de uno mismo se magnifica todavía más.
En último lugar para cerrar el tema de la dependencia de uno mismo tenemos a la ejecución. Una vez nos ven y nos compran, toca entregar un buen producto, dar un buen servicio o crear una buena experiencia para los clientes. Y todo eso es un reto, sabiendo que ser tu propio jefe te deja en muchas ocasiones solo ante el peligro. El boca a boca funciona para vender, pero para esto hay que tener clientes satisfechos.
Cómo superar la presión de depender de uno mismo
Ser tu propio jefe genera la presión de depender de uno mismo, y para superarla hace falta conocer los motivos de dicha presión. De hacerlo todo uno mismo se pasa a delegar y tener colaboradores, y ese es el principio del cambio.
- Comunicar es esencial para emprender, y es una tarea compleja.
- Vender es más difícil que comunicar, y no todo el mundo sabe cómo hacerlo.
- Y tener a los clientes satisfechos es, finalmente, el tercer reto que genera presión.
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Clave 3: Tener que diversificar para compensar
Cuando uno trabaja para otro tiene el riesgo de perder su trabajo si tan sólo una empresa le deja de contratar. Es cierto. Pero cuando uno emprende el riesgo se reparte entre todos los clientes que uno tiene. Sin embargo, para reducir riesgo hay que saber diversificar. Y ser tu propio jefe no siempre va ligado a tener ese tipo de conocimiento. Crear nuevos productos o servicios de forma recurrente puede ser estresante.
El crowdfunding de recompensa es importante para empresas y emprendedores por su capacidad de facilitar los lanzamientos de nuevos productos o servicios. Estamos en una economía en que se lanzan nuevas versiones de producto cada pocos años. Y además de eso para reducir el riesgo inherente a emprender hay que ir innovando y creando nuevos productos o servicios.
En caso de centrarse sólo en un proyecto hay un problema, se notan más las bajadas de facturación. Es decir, ser tu propio jefe con un único proyecto aumenta la posibilidad de no tener unos ingresos estables. Aunque te pongas un sueldo sabes que la facturación de tu negocio sube y baja. Eso puede llevar, en casos extremos, al conocido síndrome de burnout.
Pero, por contra, diversificar excesivamente puede desenfocarte de tu propio negocio. Haciendo que acabes dedicando horas a proyectos que no son rentables. Y que, además, pongas en riesgo la facturación de tu negocio principal. Siempre hay pros y contras de cada decisión estratégica en un negocio al ser tu propio jefe. Así que, fuera bromas, emprender no siempre es fácil, cómodo o divertido.
Por qué es importante diversificar al ser tu propio jefe
Diversificar es necesario para ser tu propio jefe reduciendo riesgos. El riesgo de perder todo ingreso porque un proyecto vaya mal. El riesgo de que un servicio o producto quede desfasado y deje de comprarse, entre otros.
- Con el crowdfunding de recompensa se pueden lanzar nuevos productos o servicios.
- Pero hacerlo no es fácil y centrarse en un único proyecto aumenta el riesgo.
- Por contra, diversificar en exceso puede llevar un proyecto al fracaso.
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Conclusiones
Fuera bromas, ser tu propio jefe no es algo para tomarse a guasa. Para nada. Es una elección. Igual que hay gente que decide trabajar para otros, hay gente que no lo desea. Y ambas opciones son válidas y respetables. Por eso no se trata de enaltecer el hecho de emprender hasta el nivel de tratarlo casi como un acto de semi-dioses. Fuera humo, pero fuera sarcasmo con el hecho de ser tu propio jefe. Ni una cosa ni la otra están bien.
Recuerda
- La carga mental de ser tu propio jefe es muy alta, y desgasta.
- Depender de uno mismo puede llegar a cargar tu vida de estrés.
- La obligación de diversificar puede arriesgar tus ingresos.
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Enlaces de interés
- Bill Gates en Wikipedia (por si alguien no lo conoce).
- Projeggt, la plataforma de crowdfunding que montamos en 2011.
- Salimos en SModa de El País.
- Y acabé en la Failcon explicando fallos.
- Mecenas FM, el podcast de crowdfunding que lanzamos en 2014.
- CrowdDays, los eventos de crowdfunding lanzados en 2015.
- No Tenemos Jefe, el podcast que lanzamos en 2020.
- Chordata, la presión de lo que no depende de ti.
- Jambo, diversificar y reducir el riesgo pero no al 100%.
- Necksound, la presión de no rendirse nunca.
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