Y llegó la noticia en mayúsculas. Lo adelantaba Techcrunch el pasado 30 de noviembre, Fitbit podía llegar a comprar Pebble. Se confirmó el 7 de diciembre en comunicado oficial.
¿Qué implicaciones tiene esta noticia? ¿Tiene algo que ver con el crowdfunding? ¿Afecta a Kickstarter? ¿Y al mercado del crowdfunding? Veremos todo eso y mucho más en el análisis de esta noticia de la semana. ¿Me acompañas? ¡Allá vamos!
Cuidado, llega la prensa
La noticia se expandió como la pólvora, yo me hice eco el mismo 7 de diciembre en mi canal de Facebook y en Twitter. Pero luego empezaron los artículos con espíritu crítico (por decirlo suavemente) como este de Gizmodo.
El titular “Pebble está muerto y sus clientes completamente fastidiados” ya lo dice todo. Pero yo soy mecenas de Pebble y lo que siento es, en todo caso, tristeza. ¿Soy un bicho raro? Pues a juzgar por muchos comentarios en las redes sociales y en las campañas de Pebble en Kickstarter, no estoy solo.
La parte buena
Pero vayamos por partes. ¿Qué implica la compra de Pebble por parte de Fitbit? En su blog lo dejan muy claro. Pebble no venderá más dispositivos pero el funcionamiento de los dispositivos activos seguirá adelante. Bueno, hasta ahí parece que el mundo no se acaba. Además aclaran que la funcionalidad de los dispositivos puede verse afectada en un futuro. Y recalco el «puede».
Es normal que avisen que en un futuro puede ser que el servicio post-venta del reloj quede afectado. A partir de ahora el equipo de Pebble ya no toma las decisiones sobre sus productos. Fitbit tomará el control y será dicha empresa quien decidirá el futuro de los dispositivos activos. ¿Os parece extraño? A mi me parece de lo más normal.
La parte no tan buena
En el blog de Pebble siguen aclarando. Aquellos mecenas que no hayan recibido su recompensa recibirán el retorno íntegro de la cantidad aportada en la tarjeta que hicieron la compra. Y además lo recibirán sin tener que hacer ninguna gestión. ¿Os parece tan malo? Bueno, por una parte no tener el dispositivo es una lástima (yo tuve la suerte de recibir el mío antes de la noticia) pero la política de devolución del dinero ha sido ejemplar. Por lo menos bajo mi punto de vista.
Otras noticias no tan buenas es que la política de garantía de los relojes vendidos queda anulada y que las compras en su web ya no son posibles. Pero siguen siendo consecuencias normales de la compra de Pebble por parte de Fitbit. En cualquier caso deberíamos quedarnos a la espera de qué decisiones toma Fitbit con la empresa que acaba de adquirir y su comunidad de clientes.
Esta claro que los clientes de Pebble nos hemos visto afectados por esta compra. Los derechos de consumidores y mecenas deben ser protegidos siempre. Pero sinceramente pienso que Pebble no lo ha hecho tan mal a pesar de la situación que ha tenido que afrontar. Pero si recaudaron más de 10 millones de dólares en su primera campaña, más de 20 en la segunda y más de 12 en la tercera. ¿Qué problemas tenía Pebble? Vamos a verlo.
El colchón que no existe
En esta noticia de Expansión hablan con mucha seguridad del «colchón» de 10 millones que obtuvo Pebble en su primera campaña. El problema, señores de Expansión, es que el colchón al que hacen referencia no existe. Voy a tratar de explicarlo de la forma más clara posible.
A los 10.266.845 dólares de su primera campaña debemos restarle el 5% de la comisión de Kickstarter. Nos quedan 9,7 millones. Luego restémosle el 4% de comisiones bancarias. Ya vamos por 9,3 millones. Hay que producir 68.929 relojes. Y no sólo producirlos sino también empaquetarlos y distribuirlos. Por lo tanto hay costes de envío, manipulación además de los lógicos de producción. ¿De verdad había un colchón tras su campaña de crowdfunding?
Por poco que costase producir y enviar cada uno de los casi 69.000 relojes seguro que dichos costes estuvieron cerca de los 149 dólares que ingresó la compañía de promedio por cada preventa en Kickstarter. Y ojo que todavía no habíamos tenido en cuenta costes de tributos, personal y proveedores necesarios para llevar a cabo toda la operativa.
Pero claro, como se simplifica tanto la realidad y nos quedamos con los 10 millones y poco más, pasa lo que pasa. No hay que olvidar las implicaciones que tiene una campaña de crowdfunding. Hay que sacar adelante unas ventas realizadas de forma anticipada y lidiar con todos los problemas que puedan sucederse.
Maldita deuda
Y claro eso nos lleva a las deudas. Según el artículo de Techcrunch que he compartido, esa deuda ha sido el motivo de la venta. En 2015, según sus fuentes, el productor de relojes Citizen ofreció 740 millones por Pebble. Antes del lanzamiento de Pebble 2 parece ser que Intel ofreció 70 millones. Y por lo que ya hemos visto el trato con Fitbit se ha cerrado por entre 34 y 40 millones. Y esta cantidad ha servido, otra vez según la fuente de Techcrunch, para saldar las deudas de Pebble.
Si alguien se piensa que es fácil llevar adelante una empresa simplemente con preventas seguramente es que no lo ha intentado nunca. No, no lo es. Por eso siempre defiendo la importancia de las dos grandes olvidadas del crowdfunding. La precampaña, que explica gran parte del éxito de cualquier crowdfunding. Y también la poscampaña, que explica por qué algunos proyectos siguen adelante tras un éxito y otros, como Pebble, deben poner punto final a su camino.
¿La culpa es del crowdfunding?
Algunos de los artículos que os he compartido se recrean en la «muerte» de la «joya» de Kickstarter como si no existiesen otros 116.944 proyectos que han logrado el éxito en la plataforma. Y mira que es fácil consultar las estadísticas de Kickstarter.
Y si nos ponemos en plan, “es que los que molan son los que han recaudado más de un millón”, que no veo el motivo pero vaya, también tenemos cientos de proyectos para elegir. En concreto 206 proyectos más que han superado el millón de dólares recaudados en Kickstarter.
Así que si queremos echarle la culpa al crowdfunding en Kickstarter, para ser exhaustivos, deberíamos analizar 116.944 proyectos más o 206 si nos ponemos en plan “sólo molan los que recaudan mucho”. Así que tenemos bastante trabajo. Y por eso, si queréis, nos lo podemos ahorrar. Ya que la culpa no es del crowdfunding. Vamos a ver los motivos.
Primer motivo: El crowdfunding de recompensa no se basa en inversión
¡Exacto! Eso significa que los 10 millones de la primera campaña de Pebble no van directos a la caja de la empresa para invertirlo en lo que sea. ¡No, en absoluto! Se generan muchos gastos con una campaña. De hecho en la mayoría se gasta casi todo lo que se recauda.
Segundo motivo: El crowdfunding es un excelente primer paso, y punto
El crowdfunding de recompensa, como muchos ya sabéis, es un excelente primer paso. Un estudio de mercado perfecto con el que se puede generar preventa y comunidad alrededor de cualquier idea. Pero ¿eso implica que luego se harán las cosas bien a nivel de gestión? Para nada.
Tercer motivo: No todo lo que falla es por mala intención de los crowdfunders
Si lo simplificamos todo sacaremos conclusiones injustas. Estoy convencido que Eric Migicovsky y su equipo no querían vender Pebble. Ni que tampoco fue un caso de “toma el dinero y corre”. ¿Por qué lo opino? Por que lo que están haciendo para minimizar las consecuencias negativas de la situación es mucho.
Conclusiones
- Se han hecho análisis de esta noticia un tanto tremendistas.
- La situación se ha gestionado muy bien en algunos aspectos.
- Otros están siendo mejorables como el tema de la garantía.
- La recaudación de las campañas de Pebble no son «colchones».
- La poscampaña y la deuda adquirida explican parte de la situación.
- La culpa no es del crowdfunding, más bien de la gestión.
Shavi Lasal dice
Hola Valentí, gracias por este artículo que a mí me resulta muy aclaratorio. Es una situación muy comprometida y que muchos usuarios les ha supuesto una gran decepción. Pero es verdad que hay que saber entender la compleja realidad de los mecanismos comerciales. Una parte de los emprendimientos tienen éxito, y otra parte no los tiene. Y muchas veces no depende de nosotros. Hay que sacar conclusiones provechosas que permitan hacerlo mejor la próxima vez .
Valentí Acconcia dice
Muchas gracias, Shavi. Estoy completamente de acuerdo contigo. Estoy seguro que el equipo de Pebble habrá aprendido de estos 4 años contando desde su primera campaña en Kickstarter en el 2012. Seguimos comentando, ¡gracias de nuevo!
Roberto dice
Genial el artículo, Valenti.
Que gusto leer algo tan bien escrito y explicado.
Valentí Acconcia dice
¡Muchas gracias por tu comentario, Roberto!