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Bienvenidos y bienvenidas a Lanza tu proyecto, el podcast donde aprendemos todo lo necesario para lanzar nuestros proyectos. Desde herramientas de marketing a diferentes estrategias de negocio.
En este episodio hablamos de cómo crear comunidad para proyectos, es decir, de cómo conseguir que un proyecto tenga seguidores y, sobre todo, que estos seguidores puedan convertirse en clientes. Algo especialmente relevante en los tiempos que corren y que, por tanto, es necesario que tengamos en especial consideración para lanzar proyectos. Hoy en día las marcas que ya existían antes de las redes sociales están obsesionadas con crear comunidad. Pero las marcas que nacen ya lo hacen con la comunidad de base, por lo menos las que mejor trabajan su estrategia. Vamos a verlo en el episodio de hoy.
Facebook se lanzó en el año 2004, hace ya más de 20 años. Yo estuve ahí, sí, soy viejo. Pero al margen de volver a hacer consideraciones sobre mi edad, lo importante es la anécdota que os voy a contar. En 2004 yo estaba trabajando en Mediaset como Ejecutivo de Cuentas. Conocí a mi mujer por Facebook en 2008, aunque nos vimos en persona al cabo de unas pocas conversaciones. Y ni así entendí el potencial que tenía esa herramienta. Cómo iba a cambiar el mundo y los negocios. Y eso que, os recuerdo, estudié Administración y Dirección de Empresas y lancé mi primer proyecto emprendedor en el año 1999.
El caso es que ni en esas circunstancias supe leer el cambio que tenía delante de las narices. Seguí pensando que Facebook era para conectar personas, pero si entender las implicaciones que eso tenía hasta bien entrada la primera década de los 2000. Cuando me lancé a emprender por segunda vez, en 2011, ya me sumergí de lleno en lo que eran las redes sociales. Tardé 7 años en darme cuenta de lo que significaba esa herramienta. ¿Os dais cuenta de lo que eso significa? Pues que seguramente con la IA esté pasando lo mismo, y que, en cualquier caso, hoy en día crear comunidad en redes sociales es imprescindible para cualquier proyecto. Sea personal o empresarial. La moraleja de la anécdota es que hay que intentar tener la mente abierta y leer los tiempos que corren en cada instante de nuestras vidas.
Y ahora sí, vamos a por el episodio que ya toca.
Definición de comunidad y su relación con proyectos
Wikipedia define comunidad como un grupo de seres humanos que tienen ciertos elementos en común, tales como el idioma, las costumbres, los valores, las tareas, la visión del mundo, la edad, la ubicación geográfica, el estatus social o los roles. Casi nada. Lo que importa de esta definición es ser conscientes de que una comunidad se basa en la existencia de ciertos elementos en común. Cuando hablamos de comunidad para proyectos lo que nos importa es que dicho elemento común sea un interés asociado con el producto, servicio o experiencia que vayamos a lanzar.
Por ejemplo, si queremos lanzar una colección de camisetas al mercado, que tengan ilustraciones puede ser determinante. ¿Por qué? Pues porque dichas ilustraciones pueden atraer a las comunidades. Imaginemos una colección de camisetas con ilustraciones de una ilustradora famosa, o de muchos ilustradores, como hicimos con esta campaña. O, por qué no, imaginemos, una campaña solidaria con una causa y también con una ilustración de una persona relativamente famosa. En los dos casos tenemos camisetas ilustradas, pero en el segundo sumamos dos intereses, el interés por el trabajo de una ilustradora y el interés por una causa determinada. Cuantas más comunidades se sumen a un proyecto, mejor.
¿Queréis un ejemplo de un proyecto con suma de tres comunidades? No una, ni dos, ¡tres comunidades! Pues venga, os cuento. Se trata de unas zapatillas que trabajan sobre tres bases, un diseño inspirado en los años 80, el diseño con materiales 100% veganos y el concepto de calzado barefoot o minimalista. Así, como vemos, estos emprendedores tienen un proyecto que puede sumar a tres comunidades potencialmente interesadas en su calzado. La comunidad de amantes de los años 80 y su moda, la comunidad de personas veganas y la comunidad de personas que defienden el concepto barefoot. Este último concepto quizás es el más sorprendente para muchos de los oyentes, se trata de un concepto de calzado que es poco intrusivo con nuestros pies, haciendo que prácticamente se camine como si se fuese descalzo.
Pues bien, en este ejemplo podemos ver cómo funciona realmente el lanzamiento de un proyecto con varias comunidades potencialmente interesadas. Ya que el ejemplo anterior es el de Ohne Project. Un proyecto que lanzamos por crowdfunding y que recaudó más de 42.000 euros de más de 300 clientes. Pero es que, además, este proyecto es interesante por el hecho de que existía una cuarta comunidad importante en juego. La de sus propios creadores Manel y Hanna, quienes tienen una cuenta en Instagram donde publican recetas veganas desde hace años, con ahora mismo más de 320.000 seguidores. ¿Veis el potencial de crear comunidad para proyectos? Una vez uno tiene una comunidad ya puede ir pensando en lanzar productos, servicios o experiencias para solucionar problemas de la misma.
De hecho, Manel y Hanna, antes de lanzar sus zapatillas barefoot lanzaron su propio libro de recetas. Algo muy lógico considerando que su comunidad se basaba en el interés por las recetas veganas. Pero fijémonos que una comunidad puede dar lugar a la creación de otras nuevas. Ya que, como seres humanos, tenemos intereses afines que se tocan entre ellos. Por ejemplo, una persona vegana será animalista casi con total seguridad. También se preocupará por el medio ambiente casi seguro. Y, casi con total seguridad, estará al corriente de aspectos de nutrición y le interesará saber al respecto de formas para aprender a alimentarse correctamente siendo una persona vegana. Y lo mismo podemos aplicar a casi cualquier comunidad. Como suele decirse, una cosa lleva a la otra.
Lo importante aquí es que crear comunidad para proyectos quizás también puede leerse como el acto de crear proyectos para una comunidad. ¿Qué es primero, el huevo o la gallina? Pues eso, pero quizás en este caso ya empezamos a tener la respuesta. Es primero la comunidad. Sin casi ninguna duda. Vamos a verlo.
La comunidad, una de las 4 C del crowdfunding
Cuando empecé en esto del crowdfunding me di cuenta de un dato interesante. En el 2011 la mayoría de los proyectos, un 70% en Kickstarter por ejemplo, fracasaban. Había muchos motivos para ello pero las 4 C del crowdfunding que redacté eran una buena suma de motivos por los cuales los proyectos fracasaban. ¿Y sabéis cuál es una de las 4 C del crowdfunding? Sí, sois listos, la comunidad. Además de la comunidad tenemos los costes, la comunicación y la colaboración, si queréis que hablemos de ello en otro episodio del podcast espero vuestros comentarios pidiendolo. Vamos, ¿a qué estáis esperando? Dicho lo dicho, vayamos a ver por qué la comunidad es tan importante en el crowdfunding, que es una herramienta básica para lanzar proyectos.
Al lanzar un proyecto es importante el impulso inicial, de hecho, cuando uno abre una tienda física suele hacer una fiesta de inauguración con personas cercanas al proyecto, hace una comunicación intensiva en sus círculos cercanos, e incluso hace acciones de comunicación en el barrio en el que se abre la tienda. ¿Por qué? Pues porque todo el mundo sabe que los primeros meses son complicados cuando uno empieza un negocio. Lo mismo ocurre cuando uno cambia de trabajo, interesa dejar claro dónde vamos a ir a parar. Explicar a nuestros contactos profesionales dónde pueden encontrarnos en un futuro. Labrar el terreno para que luego la cosecha sea mejor en los primeros días, las primeras semanas, los primeros meses de actividad.
Pues bien, no hay ninguna diferencia entre hacer eso y preparar una comunidad antes de lanzar un proyecto. Internet ha cambiado muchas cosas, pero simplemente les ha dado una forma distinta. En el fondo seguimos siendo seres sociales y necesitamos llamar la atención de un público al ejercer cualquier actividad profesional. Es necesario generar demanda si queremos que un proyecto tenga cierto éxito. Y en crowdfunding, como sabéis si habéis escuchado los 22 episodios anteriores de este podcast, la comunidad es tan clave como lo es esa fiesta de presentación en un local físico. O esos clientes de confianza en los primeros días de apertura del mismo local.
Recordemos que en crowdfunding de recompensa lanzamos un proyecto con el objetivo de alcanzar un mínimo número de unidades de venta anticipada de un producto, servicio o experiencia. Si se alcanza dicha cifra, el bien en cuestión se produce y entrega. Si no se alcanza, no pasa nada, no se le cobra la venta a nadie ni se tienen que producir y entregar las unidades del bien que hubieran sido compradas. Es un sistema que reduce el riesgo de lanzar un producto, servicio o experiencia que nadie quiere. Es como producir bajo demanda, para entendernos.
Pero hay otra característica importante del crowdfunding. Su transparencia hace que una vez lanzada una campaña de un proyecto se deban conseguir resultados rápidos. Ya que, de otro modo, los días irán pasando y al no recaudar suficiente, o tener suficiente demanda que viene a ser lo mismo, las personas que sigan visitando la campaña no se animarán a participar en la misma. Pensemos que una campaña tiene una duración de unos 30 a 40 días y que si no se llega al 30% del objetivo de recaudación en los primeros 7 días las opciones de éxito son pocas.
Esto es debido al efecto llamada que se produce cuando un proyecto tiene éxito. La cola en la puerta del cine de toda la vida, las rebajas con personas esperando a que se abra la puerta, la cola virtual en el espectáculo del que temes quedarte sin entrada. Lo que conocemos como FOMO en marketing, o el fear of missing out, el miedo a quedarte sin el producto o servicio que deseas. Ese FOMO hace que cualquier proyecto que empiece fuerte, tenga mayores probabilidades de éxito. Por eso, de nuevo, es importante tener comunidad en crowdfunding antes de lanzar un proyecto.
Porque, recordemos, si creamos una comunidad alrededor de nuestro proyecto, y dicha comunidad tiene intereses que van ligados al proyecto en cuestión, seguramente estas personas estarán motivadas para apoyar el lanzamiento del proyecto. Pero, claro está, para fomentar dicho apoyo hay que trabajar duro. No únicamente creando la comunidad desde cero, también proponiéndoles un buen intercambio. Por ejemplo, ofreciendo un descuento en precio a las primeras personas que compren el producto, servicio o experiencia en cuestión en la campaña de crowdfunding. Así es como se cierran ventas, con buenos acuerdos. Y así es como se motiva a una audiencia a apoyar el lanzamiento de un proyecto que les interesa.
Por todo ello la comunidad es una de las 4 C del crowdfunding y es necesario crear comunidad para el lanzamiento de un proyecto por dicha vía. Cosa que permite que la creación de comunidad sea un paso más en la preparación de una campaña de crowdfunding de éxito. Haciendo así que el crowdfunding fomente la creación de comunidades para proyectos creativos, sean artísticos, emprendedores o empresariales. Y, os pregunto, ¿creéis que habrá proyectos que nazcan de comunidades ya creadas? ¿Aunque dichas comunidades no persiguiesen en un inicio la venta de un producto, servicio o experiencia? Vamos a verlo.
Empresas que nacen como comunidades
Los creadores de contenido que tienen cierta audiencia acaban viviendo de ello. ¿Acaso no podríamos decir que su contenido es el producto que acaban vendiendo? Evidentemente al iniciar su actividad es posible que no persiguiesen crear un producto, pero para mantener su actividad acaban haciéndolo, su contenido es el producto. También hay creadores de contenido que acaban lanzando sus propios proyectos emprendedores, al margen del contenido que crean. Lo curioso es que hoy en día parece que la tendencia de crear comunidad y luego lanzar un proyecto es algo habitual.
Hay varios ejemplos entre mis clientes que demuestran esta tendencia. La marca de moda Blue Banana, por ejemplo, empezó creando contenido en Instagram antes de iniciar la venta de sus conocidas camisetas con el símbolo en forma de letra equis. O el creador de contenido para Nintendo Switch llamado Ray Bacon, que lanzó un juego de rol clásico como producto gracias al apoyo de parte de su comunidad. En ambos casos estos proyectos lanzaron productos por crowdfunding. Blue Banana lanzó con mi asesoramiento su chaqueta Jambo, y Ray Bacon lanzó su juego de rol llamado La Puerta Infinita. Como vemos, la comunidad como origen de un proyecto empresarial o lucrativo es una realidad vigente hoy en día.
Además, el caso de Blue Banana es particularmente interesante porque fue la propia comunidad de seguidores que pidió el lanzamiento de la chaqueta Jambo. Hasta el momento la marca se había concentrado en otro tipo de productos como las ya mencionadas camisetas, y también sudaderas o calcetines. Pero dieron el salto a un producto más sofisticado por la idea propuesta por su propia comunidad. Esto es algo habitual en marcas que hacen crowdfunding. Lo que ocurre con Blue Banana es que este hecho está prácticamente en el ADN del proyecto, porque nacieron como comunidad y ahora simplemente siguen interactuando con la misma de forma natural.
Pero no es necesario tener esta calidad de interacción con una comunidad para lanzar un producto o servicio con su apoyo. Ray Bacon, habiendo creado su comunidad, primero empezó monetizando su contenido, con la opción suscribirse de YouTube, por ejemplo, con la que sus suscriptores de pago podían pagar membresías a cambio de interactuar con él de forma especial. Algo parecido a lo que se hace en el mundo del streaming en la plataforma Twitch. Del paso de la monetización del contenido, Ray Bacon pasó al lanzamiento de un producto con el apoyo de su comunidad, pero sin que ésta le pidiese directamente que lanzase dicho producto. Fue un ejercicio de prueba de mercado que le salió bien y así consiguió una forma más de ingresar en su proyecto.
De modo similar los creadores de las zapatillas Ohne, como ya hemos comentado, empezaron con una comunidad enfocada en recetas veganas y luego han logrado lanzar un producto con una campaña de crowdfunding. Así que, efectivamente, ya hay cada vez más proyectos que empiezan desarrollando una comunidad y luego acaban lanzando productos, servicios o experiencias.
La importancia de la interacción para una comunidad
Pero en cualquiera de los contextos ya comentados la interacción con la comunidad creada es crucial. Es decir, de poco sirve tener una comunidad que no se cuida. Hay que buscar la interacción con las personas que siguen a un proyecto, y fomentarla. Abriendo debates, preguntando sobre futuros lanzamientos y, por supuesto, contestando comentarios de dicha comunidad. No podemos pretender tener una buena relación con una comunidad que no cuidamos. Para lograr que una comunidad nos apoye en el lanzamiento de productos, servicios o experiencias, hay que saber gestionarla.
Por ejemplo, la marca Tropicfeel empezó lanzando unas zapatillas por crowdfunding y creando por el camino su comunidad. Pero a partir de ahí la gestión de dicha comunidad ha sido ejemplar. Permitiendo que las personas que la conforman puedan ir decidiendo con la marca los futuros productos a desarrollar y lanzar. Como, por ejemplo, sus mochilas, que actualmente son el producto insignia de la marca. Como vemos, el papel de una comunidad bien gestionada es crucial a nivel de marketing. Ya que del estudio de mercado por encuestas pasamos a tener una necesidad detectada por las propias demandas de la comunidad alrededor del proyecto.
Por todo ello, podríamos decir que la creación de una comunidad para cualquier proyecto debería ser un objetivo a perseguir.
La comunidad para proyectos como objetivo
No podemos pensar en un proyecto que no tenga comunidad si lo que queremos es ser competitivos en pleno siglo XXI. Del estar en Internet hemos pasado al ser en Internet. Nuestras marcas personales y de proyectos ya deberían estar 100% integradas en un entorno digital en el que las comunidades son las protagonistas. Por eso mismo crear y desarrollar comunidades para nuestros proyectos es un objetivo prioritario. No es un objetivo más dentro de un plan de marketing, debería ser una de sus primeras prioridades.
Y cuidado, no estamos hablando de seguidores en redes. Si a estas alturas del episodio alguien piensa que una comunidad es el número de seguidores que tengas en redes es que debería volver a escucharlo entero. No, hablamos de un conjunto de personas con el que hay una interacción, que tienen un foro fomentado por el proyecto al que siguen en el que pueden expresar sus opiniones e incluso tomar decisiones sobre el propio proyecto. Hablamos de una comunidad viva.
Conclusiones: La importancia de crear comunidad
Estamos llegando al final del episodio, en el que hemos aprendido que la comunidad alrededor de un proyecto es casi en lo primero que debemos pensar. Al tener una idea emprendedora o reflexionar sobre la posibilidad de lanzar un nuevo producto o servicio con nuestra marca, lo primero a preguntarse es qué comunidad le va a dar apoyo. Y en ese contexto, de nuevo, el crowdfunding se postula como una herramienta crucial. Para validar si realmente podemos construir una comunidad o si ya la tenemos, y dicha comunidad apoya el proyecto que tenemos entre manos.
Y vosotros, queridos crowdfunders, ¿qué opináis de todo lo que hemos comentado en este episodio? Como siempre, os leo en los comentarios de YouTube y en los mensajes que me enviéis a través del formulario de mi web. Y, por supuesto, recordad que en vanacco.com (con v y dos c) encontraréis cursos y la mejor información fresca para lanzar vuestros proyectos. Nos vemos el próximo lunes a las 11:11 horas o un poquito antes, nunca se sabe.
Saludos y ¡felices lanzamientos!
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