La semana pasada analizaba en profundidad la campaña de la bicicleta eléctrica STORM en Indiegogo, y justo el viernes la destacábamos en Mecenas FM y me di cuenta de un detalle curioso, la campaña había cambiado de nombre.
Y no sólo la campaña, el producto objeto de la misma, la bicicleta eléctrica, había pasado de llamarse STORM a llamarse Sondors ¿el motivo? Os cuento.
Lo primero que quiero destacar es que en apenas una semana la campaña ha pasado del cuarto puesto en el ranking de las campañas que más han recaudado en Indiegogo a ser la tercera con más de 3,3 millones de dólares recaudados y justo por detrás de An Hour Of Code for Every Student, una campaña que recaudó más de 5 millones de la mano de Code.org, para que el máximo número de estudiantes tuviesen acceso al aprendizaje de programación.
Pero centrándome en el tema del que quiero hablar hoy ¿qué ha pasado con el nombre STORM? Mira que era potente el GIF animado de la bicicleta con el rayo que le daba su potencia eléctrica…
La primera pista, mira las actualizaciones de la campaña
Cuando veas algo extraño en una campaña lo mejor es ir a las actualizaciones. Así fue cómo descubrió Joan Boluda el motivo de que la campaña de la ensalada de patatas en Kickstarter “perdiese” 25.000 dólares de aportaciones por cancelaciones de sus mecenas, algo que me hizo valorarla de forma negativa por la polémica desatada.
En el caso que nos ocupa esta actualización de hace 5 días nos da una pista importante al enigma.
Ya lo habéis leído, ya existía otro modelo de bicicleta eléctrica que se llamaba STORM, concretamente éste modelo de la marca Prodeco Tech. Debido a ello se estaba generando confusión (entro al detalle en breve) y la decisión de los emprendedores a cargo de la campaña ha sido cambiar el nombre del producto. Una solución elegante aprovechando el apellido del fundador de la bicicleta para elegir el nuevo nombre, Sondors.
Los motivos tras el cambio
Como puede leerse en este artículo, el cambio lo provocó principalmente una carta de Prodeco Tech avisando a los emprendedores a cargo de la campaña de que habían tenido diversas llamadas reclamándoles por qué su bicicleta STORM (la de Prodeco) no costaba 499 dólares como se estaba diciendo en los medios de comunicación. Los medios, claro está, se referían a la STORM de la campaña de Indiegogo. En efecto 499 dólares era el precio de las primeras bicicletas ofrecidas en la campaña, como ya comenté en mi primer artículo sobre STORM / Sondors.
Los creadores de la campaña lejos de ocultar este hecho lo han puesto de manifiesto en la misma actualización que comentaba antes, explicando que sus competidores tienen en el mercado bicicletas desde 1.299 dólares (el modelo STORM precisamente) pero que ellos empiezan por un precio especial en su campaña de Indiegogo, con la misión de hacer una bicicleta accesible para todas las economías domésticas.
Analizando el caso con las reglas de oro
En primer lugar se hace inevitable la referencia a la regla de la identidad virtual por lo importante que es estudiar qué marcas hay en el mercado antes de lanzarse con una campaña. El coste de cambiar nombres en redes sociales puede ser alto si se ha llegado a un número elevado de seguidores, también por supuesto puede haber problemas si se han registrado dominios y tienen que cambiarse. Y quizás lo más grave para la campaña, se tendrá que invertir tiempo y recursos en explicar el cambio y re-dirigir a la audiencia hacia la campaña con el nuevo nombre.
Evidentemente cuando la campaña ha tenido un BIG-BANG como es el caso, y ya ha cumplido las reglas 30-90-100 y la regla del poder del 100 de forma muy rápida, el efecto negativo del cambio de nombre por lo menos no afectará al éxito de la campaña, aunque puede mermar su capacidad de recaudación.
Las reglas de la transparencia y de la credibilidad también juegan un papel importante en el análisis de este tipo de casos ya que es importante no dejar nunca de comunicar este tipo de cambios a la comunidad generada alrededor de la campaña.
Conclusiones
En ocasiones en una campaña de crowdfunding que tiene mucho éxito, como es el caso, la notoriedad generada también puede traer consecuencias como la que hemos visto hoy. En estos casos hay que saber mantener la calma y tomar una decisión acertada, como el cambio de nombre de STORM a Sondors, y sobretodo ser transparente y explicar la problemática a los mecenas.
Joan dice
Un caso SÚPER interesante. Mañana lo comentaré en el podcast, ya que hablaré de temas de Naming y enlazaré este artículo. Parece mentira que aún pasen estas cosas, hehe!! :D
Valentí Acconcia dice
¡Genial Joan! La verdad es que me sorprendió mucho cuando lo descubrimos en Mecenas FM ;-)