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Bienvenidos y bienvenidas a Lanza tu proyecto, el podcast donde aprendemos todo lo necesario para lanzar nuestros proyectos. Desde herramientas de marketing a diferentes estrategias de negocio.
En este episodio hablamos de cuándo no lanzar un proyecto, ya que a veces es mejor no empezar a caminar por ciertas sendas. Sé que este episodio va en contra de la tendencia generalizada del “si quieres, puedes”. Es cierto, si quieres, puedes, pero en ocasiones es posible que no quieras.
Y en ese caso también es importante seguir a tu instinto. En la vida es tan importante saber decir que sí como saber decir que no. Y, en ocasiones, decir que no a tiempo es liberador. Puede llegar a ser una de las mejores decisiones que uno vaya a tomar. Decir que no a tiempo te puede liberar de una cárcel en la que nunca deberías haber entrado. Vamos a verlo.
Dije que no, lo hice, muchas veces, dije no a empezar un proyecto nuevo. Con ese amigo emprendedor, con ese familiar, con ese cliente que me decía que la mejor forma en que podía pagarme era con un porcentaje de su empresa. Esa empresa que iba a valer millones pero que hoy valía cero. Qué maravilla, cobrar un 10% de cero. Cobrar cero. ¡Pero cómo podía negarme! Si soy emprendedor, si me levanto cada día con ganas de comerme el mundo, si siempre veo el vaso medio lleno.
Pues me negué, no una, ni dos, ni tres veces, me he negado muchas veces a empezar un proyecto con alguien. En ocasiones porque no veía claro el proyecto, en ocasiones porque ya de partida se estaban cruzando ciertas líneas rojas. Una de ellas, en mi caso, es no valorar mi trabajo y quererme pagar con resultados a futuro. Eso no va conmigo.
Cuándo no lanzar un proyecto, aprender a seguir el instinto
El primer punto a tener en cuenta para saber cuándo no lanzar un proyecto es saber seguir tu instinto. En ocasiones vas a equivocarte, en otras vas a tomar buenas decisiones. Pero no seguir el instinto es, en muchas ocasiones, el primer paso hacia un error. Y que conste que en ocasiones dirás que no a un proyecto que luego va a facturar mucho.
Te vas a morder las uñas por haber dicho que no, pero por lo menos habrás sido fiel a ti mismo. Y eso importa, a largo plazo importa mucho. Además, hay que pensar que cuando tu instinto te empuja lejos de algo, siempre hay un motivo. Quizás habiendo dicho que sí a ese proyecto que rechazaste ahora tu vida sería mucho peor, aunque tu cuenta bancaria estuviera llena de ceros.
El dinero no da la felicidad, y lanzar cuantos más proyectos mejor, tampoco la da. La felicidad está dentro de cada uno de nosotros. Y, de hecho, empezar a decir que sí a todo no te va a hacer más feliz. Aunque parezca que pierdas oportunidades, saber decir que no también te va a enfocar en aquello que realmente te motiva. En aquello que, en menor o mayor medida, te hace más feliz de entre todas las posibilidades que tienes. Por eso seguir tu instinto es tan importante a la hora de tomar este tipo de decisiones. Para saber cuándo no lanzar un proyecto, seguir tu instinto siempre es recomendable.
¿Y por qué no seguimos el instinto siempre, qué nos hace decir que sí cuando deberíamos decir que no? Pues eso suele ocurrir cuando analizamos en exceso una situación. Cuando empezamos a pensar en los que nos podríamos llegar a perder en lugar de centrarnos en lo que sentimos en el momento presente. Es un clásico el empezar a pensar en lo mucho que puede llegar a valer la pena algo que realmente no nos apetece. Y pasa constantemente en decisiones cotidianas.
En ocasiones el instinto nos empuja a tomar decisiones que no son las más correctas, pero en otras sí que nos empuja correctamente hacia lo que deberíamos realizar. No hay una fórmula mágica, pero por eso mismo hay que prestar atención al instinto como primera señal de aviso. De aviso de cuándo no lanzar un proyecto, se entiende.
Luego, sin sobre analizar, es recomendable darle vueltas a ciertas claves que nos van a ayudar a tomar la mejor decisión posible. Eso no evitará que dejes de estar en un proyecto que luego tenga un gran éxito. Puede pasar. Pero sí que va a evitar que hagas algo que realmente no quieres hacer. Permitiendo que evites la desmotivación e incluso el quemarte estando en un proyecto que no debería formar parte de tu vida.
Os pongo otro ejemplo, una vez un compañero emprendedor, y amigo, me propuso participar en un proyecto de cursos online de cosas random. Si, cursos que iban desde la autoayuda a como aprender a hacer manualidades. ¿Me motivaba? No. ¿Qué hice? Decir que no me interesaba. ¿Y cómo fue el proyecto? Pues tuvo éxito, como la mayoría de lo que éste amigo mío hace.
Pero lo que no puedo dejar es que un proyecto que no me motiva forme parte de mi vida. No estoy emprendiendo para eso. Ese es el momento en que uno ve claro cuándo no lanzar un proyecto. Si quería dinero, ya lo tenía, en la empresa en que trabajé 9 años después de la universidad. Y lo dejé. Sí, lo habéis adivinado, porque el trabajo ya no me motivaba.
En la otra cara de la moneda está el hecho de que a veces, no puedes lanzar un proyecto aunque quieras. En una etapa de crisis pedí ayuda a dos amigos emprendedores que estaban montando un proyecto. Les dije si podía formar parte del proyecto y me dijeron que no. Lo acepté, aunque me costó porque pensaba que podía contar con ellos si lo necesitaba. Pero, a la vez, gracias a ello comprendí que mi camino no era estar con ellos en ese proyecto. Debía seguir luchando para seguir construyendo mi propio proyecto. Y así lo hice. Superé la crisis y fue una suerte no participar del lanzamiento de aquel proyecto.
Las claves para saber cuándo no lanzar un proyecto
Como ya habéis visto, una de las principales claves para saber cuándo no lanzar un proyecto está en saber si te motiva o no. La motivación, por otra parte, es algo totalmente subjetivo. Hay gente que siente motivación por ganar dinero, y punto. Si hay un proyecto en que pueden ganar dinero, lo van a lanzar. Y si luego sale otro en el que pueden ganar más dinero, también lo van a lanzar.
Pero hay otras personas, entre las que me incluyo, que lanzan proyectos por pasión, no para ganar dinero. Para mí el Ikigai es muy importante, y es una guía para muchas personas. Pero, ¿qué es el Ikigai? ¿Cómo nos indica cuándo no lanzar un proyecto? Vamos a verlo porque no tiene desperdicio y os puede ayudar a decidir cuándo no lanzar un proyecto. Es una buena guía para personas que no se mueven únicamente por el dinero.
El Ikigai es un concepto japonés que puede definirse como la razón de vivir o la razón de ser. Lo que hace que la vida merezca la pena ser vivida. El Ikigai puede verse representado por un diagrama de Venn de 4 elementos: Lo que te gusta, lo que sabes hacer bien, lo que el mundo necesita, y aquello por lo que puedes recibir una recompensa. Vamos a verlo con un ejemplo, mi propio caso como consultor de crowdfunding. ¿Será mi Ikigai? Vamos a verlo.
¿Qué me gusta? Ayudar a la gente a lanzar proyectos. ¿Lo sé hacer bien? Llevo 13 años haciéndolo y viviendo de ello. ¿El mundo lo necesita? El crowdfunding crece año tras año y la gente y las empresas lo usan cada vez más. ¿Me dan una recompensa por hacer lo que hago? Sí, me pagan y me motivan a seguir adelante. Por lo tanto, yo he encontrado mi Ikigai. Si tuviera que volver a lanzar una consultora de crowdfunding o una marca personal ligado a dicha consultoría, lo haría como ya lo hice en su día.
Para decidir cuándo no lanzar un proyecto una buena fórmula para tomar la decisión incluso en entornos complejos es que se cumpla el Ikigai. Si no te gusta, no lo hagas. Si no lo sabes hacer bien, no lo hagas. Si sientes que el mundo no lo necesita, no lo hagas. Y si no te van a recompensar por ello, no lo hagas. Si una de las cuatro variables no se cumple, no lances ese proyecto. Así de simple.
Ese tren ya pasó, amigo mío
Pero sigamos, una vez otro amigo emprendedor me dijo, “no, no quiero hacer ahora ese proyecto contigo, ese tren ya pasó”. Y eso a veces ocurre, y cuando pasa lo mejor que puedes hacer es no lanzar ese proyecto. No hay que forzar las cosas. En ocasiones uno deja pasar un tren y luego parece que quiere cogerlo, no corras, no corras para llegar al tren que ya pasó, no corras para llegar a la estación si el tren está a punto de partir. No corras. Fluye.
Hay que aprender que cuando un tren pasa, pasa. Y punto. Vivir en el pasado no te va a ayudar, y proyectarte siempre hacia el futuro, tampoco va a ayudarte. Los proyectos que merece la pena lanzar están delante tuyo, en el presente. Puedes valorarlos, ver si se cumple el Ikigai, y decidir si lanzarlos o no. Pero mirar hacia atrás no te va a ayudar en absoluto en tu decisión.
En esta fiesta no me quieren
También puede pasar, como ya os he contado con una anécdota, que notes que en un proyecto no te quieren. Pues bien, en esa situación tampoco hay que forzar las cosas. Es como cuando uno va a una entrevista de trabajo. Las personas piensan que sólo los empleadores tienen la decisión sobre si fichar o no a los candidatos. Pero no es cierto. Repito. No. Es. Cierto.
Si notas que en un proceso de selección no hay una energía adecuada, si notas que no te quieren del todo, no simules, no engañes, no te engañes a tí mismo, deja de lado ese proyecto. No lo lances. Ni por todo el dinero del mundo. Al final, como dice siempre mi madre, el dinero va y viene. Pero tu integridad como profesional te acompaña toda tu vida. Y la valoración que tienes sobre ti mismo, también. Así que hay cosas que valen mucho más que el dinero en este tipo de decisiones.
La diferencia entre la amistad y el interés
Hace poco leí una frase que me dejó impactado. Hay gente que te quiere por lo que eres y gente que te quiere por lo que representas. Estos últimos en realidad no te quieren, te quieren utilizar de algún modo. Pues bien, mi recomendación al respecto de lanzar o no lanzar proyectos es que intentes no hacerlo nunca con socios o colaboradores que sólo te quieran por lo que representas. Porque en el momento en que dejes de representar lo que necesitan, te van a dejar de lado.
Dicho lo dicho, mi visión es que un buen socio o colaborador con el que puedas lanzar un proyecto es un tipo de persona que te valora por lo que eres. Y que, asimismo, también valora lo que puedes hacer profesionalmente. No nos engañemos, profesionalmente también dejamos ver cómo somos. No se puede separar la persona del profesional, eso es totalmente imposible aunque te vendan lo contrario algunos gurús de poca monta.
Riesgos de no saber cuándo no lanzar un proyecto
Acabemos con los riesgos que uno puede llegar a asumir cuando lanza un proyecto que no debería haber lanzado. Aunque de todo se aprende, y está claro que de los errores también, y mucho, hay que tener en cuenta que equivocarse lanzando un proyecto que no se debería haber lanzado puede acarrear problemas a corto, medio y hasta largo plazo. El primer tipo de problemas o riesgos que asumimos están relacionados con el coste de oportunidad. Es decir, el coste de aquello que dejamos de hacer por el hecho de lanzar el proyecto en cuestión.
Si dejas de hacer cosas en el proyecto que te funciona por lanzar uno que no deberías estar lanzando, te vas a equivocar. Vas a dejar de apretar el acelerador en un proyecto que te funciona para meterte en uno que, ya de entrada, no está destinado a triunfar. Sea porque tu Ikigai no se cumple, o sea porque las personas no son las adecuadas. No merece nunca la pena invertir el tiempo en un proyecto que no veas que realmente te va a aportar algo a nivel profesional o personal.
En segundo lugar, si haces las cosas a desgana, se nota. Si, por el motivo que sea, no estás realmente motivado en el proyecto que lanzas, eso puede repercutir en la calidad de tu trabajo. Y en ese contexto la reputación de tu marca personal puede verse seriamente afectada. No hay casi nada que, profesionalmente, pueda justificar el poner en riesgo tu marca personal. Ya que, como ya sabéis, la marca personal te acompaña toda tu vida profesional.
Y así llegamos al final del episodio. Pero antes de acabar me interesa saber lo que vosotros opináis de todo esto. Os animo a participar comentando el episodio del podcast o dejándome unas líneas en cualquier red social de las que uso habitualmente, que son todas, así que no tenéis excusa.
Como os acabo de decir y siempre os digo, os leo en los comentarios de YouTube y en los mensajes que me enviéis a través del formulario de mi web. Y, por supuesto, recordad que en vanacco.com (con v y dos c) encontraréis cursos y la mejor información fresca para lanzar vuestros proyectos. Nos vemos el próximo lunes a las 11:11 horas.
Saludos y ¡felices lanzamientos!
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