¿Cómo potenciar el crecimiento de un proyecto? ¿Y qué límites debemos superar? ¡Hoy veremos 3 límites que deberéis saltar! Compartiendo ejemplos y casos reales de estudio con los que descubriremos cada clave. ¡Empezamos!
Como siempre, analizaremos herramientas y proyectos reales. Con claves prácticas para que las podáis usar con vuestros proyectos. Que os permitirán mejorar el lanzamiento de los mismos y aplicar crowdfunding en vuestros lanzamientos. ¡Empezamos!
¿Cómo evitar límites en el crecimiento de un proyecto?
He preparado un vídeo resumen de este artículo en mi vlog, así que si hoy no os apetece leer el artículo aprovechad la ocasión y dadle al play. Y de paso os invito a ver todos mis vídeos en YouTube. ¡Vamos allá!
¿Cómo evitar que hayan límites en el crecimiento de un proyecto? En primer lugar veremos los 3 límites que hoy analizaremos. En segundo lugar veremos ejemplos reales de cada límite y aprenderéis cómo sortear cada uno de ellos. Y para acabar reflexionaremos sobre cómo estos límites afectan a nuestros proyectos. ¿Os parece que veamos y analicemos todo ello con 3 claves? ¡Pues vamos allá!
Límite 1: Lo quiero todo perfecto
Uno de los principales enemigos del progreso de un proyecto es el perfeccionismo. A ver, no nos entendamos mal, no digo que ser perfeccionista sea un problema. Pero lo que no podemos permitirnos es que el perfeccionismo lastre la productividad en nuestro proyecto. Por ejemplo, si el perfeccionismo nos impide publicar contenido de forma regular en redes sociales, es que algo estamos haciendo mal.
La clave para eliminar este límite en nuestro proyecto es buscar un equilibrio. Para ello lo primero que debemos hacer es marcar una pauta para el grado de perfección deseado en cada tarea. Es decir, saber hasta qué punto vamos a perfeccionar la planificación de una acción antes de realizarla.
Si volvemos al ejemplo de publicar un contenido, si estamos hablando de crear vídeos, deberemos saber cuándo la edición de un vídeo nos ocupa demasiado tiempo. Si por ser perfeccionistas nos pasamos de tiempo grabando o editando, entonces deberemos relajar un poco el criterio de perfección. Sabiendo cuánto tiempo como máximo queremos dedicar a una tarea podremos marcar la pauta que hemos comentado.
Cuando colaboremos con profesionales externos a nuestro proyecto también deberemos dejar clara la pauta comentada. Para evitar que las tareas subcontratadas se dilaten en el tiempo. Del mismo modo, si tenemos empleados deberemos trasladarles esta cultura del perfeccionismo relativo en nuestra organización.
Límite 2: Lo quiero todo para ahora
El segundo enemigo, en este caso enemiga, para el progreso de cualquier proyecto es la inmediatez. Es decir, querer todo para ahora (o para ayer) hace que la planificación se convierta en una misión imposible. Sí, lo sé, estamos saturados de tareas y necesitamos avanzar rápidamente, pero hacerlo sin planificación siempre será un error. Por eso hay que procurar hacer frente a esta enemiga implacable, la inmediatez.
Para que el crecimiento de un proyecto no se vea lastrado por la inmediatez debemos pararnos a pensar en lo que hacemos cada día. Un ejemplo clásico es la respuesta a los correos electrónicos. La gente suele priorizar la respuesta a los correos en su jornada, y así se tiran con esta tarea gran parte de su jornada. Dejando de lado tareas importantes que deben planificarse y llevarse a cabo.
Para que un proyecto crezca es necesario hacer tareas no urgentes durante un largo periodo de tiempo. Por ejemplo, si queremos que nuestras redes sociales crezcan en comunidad de forma saludable, deberemos crear contenido de forma constante y sostenida en el tiempo. Si nos pasamos el día contestando correos esa tarea tan importante no se realizará jamás.
Por ese motivo querer todo de forma inmediata no es nunca una buena práctica. Hay que planificar, saber lo que no es urgente pero es importante, y actuar en consecuencia. Como sabéis, yo trabajo con la técnica del time-blocking y os recomiendo que la probéis para saber qué debéis hacer en cada hora de vuestra jornada.
Límite 3: Lo quiero hacer todo yo
Para acabar nos metemos con un miedo casi ancestral en el mundo emprendedor: El miedo a delegar. Es decir, en otras palabras, el querer hacerlo todo uno mismo. Este límite que nos ponemos en nuestros proyectos siempre va a impedir que crezcan. ¿Por qué? Pues sencillamente porque es imposible que una persona lo haga todo bien. Siempre habrán profesionales mejores que nosotros para desempeñar ciertas tareas.
Para romper este límite que en ocasiones nos imponemos es importante tener claro en qué somos buenos. Qué es lo que sólo nosotros podemos hacer en nuestro proyecto. Aquellas tareas en las que destacamos y aportamos el máximo valor para nuestros clientes. Bien, una vez detectadas esas tareas, sabremos que el resto las podemos (y debemos) ir delegando.
De este modo iremos descubriendo que hay gente que puede hacer tareas mejor que nosotros. Que eso nos libera tiempo para hacer lo que mejor sabemos hacer. O incluso, nos lo libera para poder planificar y tomar decisiones sobre nuestro negocio. Para, como hemos visto en el límite anterior, no quedarnos atrapados en las tareas urgentes y no importantes.
Una vez detectadas dichas tareas y delegadas el máximo número de ellas, nos enfrentaremos a otro reto. El de ir construyendo nuestra red de colaboradores o, en su caso, de ir fichando personal y mejorando nuestro equipo. No vamos a acertar a la primera delegando, así que tocará ir cambiando de equipo mientras creamos nuestra red de colaboración óptima.
Conclusiones
Somos humanos y tendemos a cometer errores, pero eso no es malo mientras seamos conscientes. Es más, de los errores se aprende y si estáis aplicando alguno (o todos) de estos límites a vuestros proyectos, simplemente se trata de ir rectificando. Para ello os recomiendo que, como siempre, empecéis a andar en el camino.
Recuerda
- La perfección no existe, y buscarla nos resta productividad.
- Buscar la inmediatez en las tareas nos restará capacidad de planificación.
- No delegar tendrá como consecuencia que haremos las tareas peor.
¿Con ganas de más?
No te pierdas los cursos online de crowdfunding con novedades todas las semanas. Hay 968 clases y 92 cursos de niveles básico, intermedio y avanzado para ayudarte a mejorar los resultados de tus campañas.
Deja una respuesta