La culpa no es del crowdfunding, tampoco del marketing o de las finanzas. Quizás, solo quizás, se haya cometido algún error en esa campaña que ha fracasado ¿te lo has planteado?
Cuando Coca-cola tuvo que hacer frente a la crisis de marca en 1999 por las latas contaminadas halladas en Bélgica, no me imagino a los responsables echándole la culpa al slogan “la chispa de la vida”.
Lo mismo que ocurre en el marketing o las finanzas ocurre en el crowdfunding, cuando una campaña no tiene éxito ese fracaso no lo provoca el sistema sino que lo hacen otros factores. Repasemos 9 razones por las que la culpa no es del crowdfunding.
Razón número 1: Cuando hay fraude no es por el crowdfunding
El fraude detectado en campañas como las del Wallet Drone que consistía en comprar productos de la plataforma Alibaba y venderlos en campaña como si se hubiesen producido gracias a la misma no es culpa del crowdfunding. ¿De verdad alguien puede culpar al sistema por el hecho de que existan malas prácticas? Pues se hace, incorrectamente pero se hace.
El argumento de mayor peso para defender mi postura la encontramos en el detallado artículo de Crowdfund Insider sobre la campaña donde se retratan, entre otros datos, comentarios del creador de la campaña declarando que efectivamente estaba vendiendo artículos ya fabricados. ¿No rompía las reglas de la plataforma? Cierto, ¿su campaña era engañosa? también cierto.
En cualquier caso si alguien es el responsable de esta mala práctica es el creador de la campaña y todas las personas y profesionales involucrados en la misma y que tuviesen pleno conocimiento del supuesto fraude.
Razón número 2: Cuando se fracasa no es por el crowdfunding
La típica huída hacia adelante, “mi proyecto es perfecto, el mercado lo acepta y todo está bien planteado, pero el crowdfunding no funciona”. Bien, puede ser cierto que el crowdfunding no funcione para un proyecto, pero entonces es que seguramente se ha enfocado mal la campaña.
¿Ejemplos? Hay varios y comparando campañas se puede ver de qué estoy hablando. Las campañas de Veronica Mars y de Darci’s walk of shame son prácticamente un calco a nivel de diseño pero la primera tuvo una estrategia muy sólida basada en una comunidad desarrollada alrededor de una serie y la segunda pretendió los mismos resultados partiendo de cero comunidad alrededor del proyecto.
Razón número 3: La culpa no es de la plataforma
Otro típico argumento cuando la campaña fracasa y no se aprende de los errores es el de que la plataforma no ha comunicado lo suficiente la campaña o no ha asesorado al creador como debería. Bien, aquí hay que plantearse si, por ejemplo, se ve lógico culpar a Facebook porque una página no tenga visibilidad o a Twitter por el hecho de que uno tenga pocos seguidores.
Las plataformas son herramientas con profesionales dedicados a que funcionen correctamente. La mayoría tiene profesionales muy cualificados y que sienten pasión por lo que hacen a diario. Cuando una campaña fracasa o el diseño de la misma no ha sido del todo correcto o la estrategia no se ha planteado correctamente. También puede ser que el seguimiento de la misma haya sido deficiente o que el creador o creadores de la misma hayan confiado en que la plataforma haría todo (o casi todo) por ellos.
Un caso ejemplar al respecto es el de The Coolest Cooler, dos campañas en la misma plataforma, la que mejor reputación tiene a nivel mundial, la primera fracasa y ocho meses después la segunda tiene un éxito sin precedentes.
Razón número 4: La culpa no es de la tecnología
Frases como “la plataforma no funciona bien para hacer las aportaciones” o “me han dicho que han realizado la aportación pero la plataforma no les ha dejado” son muestras claras de que la comunidad alrededor de un proyecto se enfrenta a una brecha digital.
En definitiva, es muy posible que se tengan que usar estrategias para hacer frente a un desconocimiento de la tecnología por parte de la comunidad alrededor del proyecto. Negar esta evidencia o culpar a la plataforma no hará más que complicar la gestión de la campaña y sus resultados.
Una plataforma que ha recaudado decenas de millones de euros o miles de millones de dólares ¿de verdad puede estar generando problemas a los usuarios para aportar?
Razón número 5: La culpa no es de los colaboradores
Si tenemos colaboradores que se comprometieron a compartir la campaña o a colaborar aportando y finalmente no lo hacen, quizás es que no hemos generado la suficiente confianza para ello. Las estrategias enfocadas a cumplir la regla 30-90-100 o conseguir el poder del 100 cuanto antes marcan un hito que genera confianza en la comunidad alrededor de un proyecto, si no se genera esta confianza es posible que las muestras de apoyo comprometidas antes de lanzar la campaña no se materialicen.
¿Alguien piensa que Bjork no tiene colaboradores? ¿O fama suficiente para que una campaña de crowdfunding suya tenga repercusión mediática? Pues a la siguiente imagen, y campaña cancelada, me remito.
Razón número 6: La culpa no es del poco altruismo de la gente
Pensar que la gente no es suficientemente generosa o directamente que es egoísta tampoco va a hacer cambiar la realidad en una campaña mal enfocada. Plantear una campaña de crowdfunding de recompensa como si fuese una campaña de crowdfunding de donación es un error tan habitual como fatídico.
La gente va a donar por una causa altruista, para ayudar a los damnificados por un desastre natural o para pagar el tratamiento médico de una familia sin recursos, pero no para que una emprendedora o emprendedor lancen una idea al mercado, o para financiar un proyecto artístico por más trasfondo solidario que tenga.
Razón número 7: La culpa no es de que la gente no comparta
¿Te gustaría compartir en tu Facebook una campaña que lleva el 10% recaudado en 3 semanas? Bien, pues a la gente tampoco, aunque no sean conscientes de ello. Es por eso que el efecto BIG-BANG es tan importante en el crowdfunding y explica la mayor parte de los grandes éxitos en crowdfunding.
¿Qué tienen en común casos como Pebble, Bamboo Bikes Barcelona o Flow Hive? Conseguir el 100% en 8 horas, 12 minutos o en menos de 24 horas. Y los tres ejemplos de campaña superaron con creces el 100% y se convirtieron en éxitos a nivel mediático y de notoriedad.
Razón número 8: Si pides sin dar, no es culpa del crowdfunding
Cuidado cuando oigas (o te oigas) decir una frase del estilo “voy a pedir esta cantidad en mi campaña”. Las palabras son poderosas y usar el verbo pedir ya predispone una campaña al fracaso. ¿Cuál es el motivo? Pues que una buena campaña de crowdfunding se enfoca en ofrecer y no en pedir.
Ofrece un producto, un servicio una experiencia cuando trabajes una campaña de recompensa. Ofrece un retorno de la inversión cuando estés planteando una campaña de crowdfunding de inversión. Y aunque plantees una campaña de donación procura ofrecer una buena explicación a tus mecenas, explica tu historia como la sientes, con pasión y honestidad.
Echa un vistazo al resumen de Indiegogo en el 2015 o mi Top 10 de campañas del año pasado para ver buenos ejemplos al respecto.
Razón número 9: Y tampoco es culpa de la Navidad, o del verano
Vamos con otra frase común (y no demasiado acertada), “la Navidad es mala época para el crowdfunding”. Podéis cambiar “Navidad” por “verano”, “cuesta de enero” o “Semana Santa” y no por ello la frase dejará de ser desacertada. El motivo es que no hay mala o buena época para el crowdfunding simplemente hay campañas bien y mal enfocadas.
Os comparto algunos ejemplos de campañas realizadas en Navidad con éxito como la de Drinking Jacket o los recientes éxitos de Slowers o WaterDrop.
Conclusión: el principal error es no aprender de los errores
Como conclusión al repaso a estas 9 razones que justifican que la culpa no es del crowdfunding podríamos extraer las siguientes reflexiones.
- El fraude lo generan las malas prácticas no el crowdfunding.
- Una misma campaña puede fracasar o tener éxito según cómo se lleve a cabo.
- Las plataformas son herramientas, usarlas bien es responsabilidad de cada uno.
- La tecnología no es enemiga de nadie ni causa el fracaso de una campaña.
- Los colaboradores no lo son todo pero tampoco los culpables de un fracaso.
- Las personas son altruistas o generosas en función de cómo se les motive.
- Una campaña sólo se comparte si se percibe como atractiva.
- No se trata de pedir sino más bien de dar.
- La culpa no es de la época del año sino de comunicar equivocadamente.
Imagen de portada por Jeremy Brooks
Deja una respuesta