¿Sabías que tu proyecto también tiene ego? ¿Y que es importante controlarlo? Bueno… de hecho el ego de tu proyecto es una traslación del tuyo propio. Y ya sabemos que ir sobrado de ego no nos lleva a ninguna parte. Hoy veremos 3 acciones para controlar el ego de tu proyecto. ¿Nos ponemos a ello y aumentamos tus probabilidades de éxito?
Pues venga, como siempre veremos estas 3 acciones con ejemplos reales, ¡adelante!
Estoy controlando mi ego, ¡necesito un vídeo resumen!
Vale, si ese es el motivo no puedo negarme. Venga, aquí tenéis el vídeo que resume el artículo. Como siempre, fresco y recién sacado de mi vlog. ¡Vamos a verlo!
Clave 1: Deja de decir que tu proyecto es bueno
No, tu proyecto no es bueno porque tú lo digas. Cuando, incluso siendo una gran marca como LEGO, entiendes eso, es que vas por buen camino. Fijémonos en el buen ejemplo de LEGO FORMA. Más de 600 personas validaron inicialmente este nuevo proyecto de LEGO en la plataforma de crowdfunding Indiegogo. Esa es una buena forma de validar un proyecto con crowdfunding. No suponiendo que el proyecto será bueno por venir de parte de LEGO.
Y es que el crowdfunding nos permite validar pero debe usarse correctamente para ello. Si no controlamos el ego de nuestro proyecto, puede ser que en lugar de validar queramos forzar la compra de nuestro producto “porque lo valemos”. Y eso no funciona así, por lo menos forzar una validación no es demasiado inteligente.
¿Y por qué no lo es? Sencillamente porque si forzamos una validación perderemos la principal virtud del crowdfunding, la de crear una comunidad de primeros clientes verdaderamente implicada con nuestro producto, servicio o experiencia. Habremos llegado al 100% o más allá “a fuerza bruta”, pero de poco nos servirá si tras la campaña no vendemos nada.
Clave 2: Deja de pensar que la plataforma está esperando tu proyecto
No, la plataforma no está esperando tu proyecto. De hecho Kickstarter tiene ahora mismo 3.739 proyectos activos (en el momento de realizar la consulta, lunes 1/7/2019 a las 23:05 horas). Por su parte Verkami tiene activas 147 campañas. Por lo tanto, ni una ni otra plataforma están esperando un proyecto en concreto. La función de una plataforma es poner a disposición de los creadores las mejores herramientas para lanzar sus campañas y conseguir sus objetivos. Ni más, ni menos.
Y esta norma se aplica igualmente para proyectos de personas famosas o con mucha comunidad, como ocurrió con la campaña de la artista Björk en Kickstarter. Una campaña cancelada a pesar de los seguidores de la artista en redes sociales (sólo en Facebook tiene más de 3 millones de seguidores) y la cantidad de fans que tiene en todo el mundo.
Por lo tanto no hay que darle a las plataformas ni más ni menos importancia de la que tienen. Y por supuesto tampoco a nuestro proyecto, al final es la gente la que decidirá si el proyecto vale o no la pena. La plataforma actuará como una herramienta al servicio del proyecto y la comunidad que quiera apoyarlo.
Clave 3: Evita perder el control cuando recibas los fondos recaudados
No, no tienes derecho a hacer lo que te dé la gana tras tu campaña. Si has tenido éxito debes cumplir con aquello que hayas planteado a tus mecenas. Últimamente se ha armado una buena con el videojuego Shenmue 3. Tras recaudar más de 6,3 millones de dólares en julio del 2015 ahora parece que van a incumplir algunos compromisos con sus mecenas. Y eso no es nunca una buena idea.
El caso es que en la comunidad de mecenas de Shenmue 3 tuvo hasta confirmaciones por parte de la plataforma digital de juego Steam de que iban a poder descargar el juego allí. Pero ahora los creadores han cambiado de plataforma digital para ofrecer el juego y, claro, quienes tenían su clave para Steam poco pueden hacer con ella. Este cambio de planes a enfurecido a los mecenas enormemente, si uno visita la sección de comentarios de la campaña lo puede ver claramente.
¿Vale la pena enfadar a una comunidad tras un éxito en crowdfunding? Yo lo tengo claro, no sólo no vale la pena sino que además es peligroso para la supervivencia de cualquier proyecto. Y a las pruebas me remito, nadie quiere tener a decenas, cientos o incluso miles de personas pensando mal de su proyecto. Por lo tanto, no te tomes a la ligera lo que haces con los fondos recaudados. Cíñete al plan que marcaste e intenta moverte lo menos posible (salvo imprevistos que puedas justificar correctamente a tus mecenas).
Conclusiones
El ego de un proyecto está formado por el ego de las personas que lo dirigen. Y el ego puede jugarnos malas pasadas si no lo controlamos adecuadamente. El éxito de una campaña de crowdfunding depende en gran medida del apoyo que decidan darle las personas que en ella contribuyen. Hay que tenerlo presente. Del mismo modo nuestro proyecto será todo lo bueno o malo que la gente quiera. Y para acabar, muy importante, cuando tengas éxito nunca olvides a las personas que te llevaron a tenerlo. Esto último es fundamental, y quizás la lección más importante que nos enseñan casos como el de Shenmue 3.
Recuerda
- Deja que sean los mecenas quienes decidan si tu proyecto es bueno o no.
- No pienses que tu proyecto es imprescindible para cualquier plataforma.
- Nunca olvides a tus mecenas cuando tengas éxito, cumple los compromisos adquiridos.
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